El Barcelona despidió la primera vuelta de la Liga -a la espera de disputar el partido aplazado con el Sporting- como líder provisional de la competición, después de golear hoy al Granada (4-0) con un triplete de Leo Messi y otro tanto de Neymar.
Fue un partido enormemente plácido para los azulgranas, un oasis en mitad de los derbis de alto voltaje que ha tenido que librar con el Espanyol y cuyo tercer acto se vivirá el próximo miércoles, en Cornellà-El Prat, en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey.
No salió el Granada a esperar al Barça, tampoco a buscarlo, y pagó esa indefinición táctica y su falta de convicción para soñar con hacer algo grande en el Camp Nou.