El pitazo final del árbitro polaco Szymon Marciniak desató el festejo de ocho minutos de la Selección de cara a los argentinos que coparon una de las tribunas del estadio Ahmed bin Ali en el 2 a 1 frente a Australia para avanzar a cuartos de final del Mundial de Qatar. «Somos 26 guerreros y vamos a dejar la vida como siempre lo hacemos», destacó el Cuti Romero unos minutos después.
El defensor, que fue titular tras superar la molestia física que lo obligó a salir del equipo contra México, afirmó que la derrota con Arabia Saudita sirvió para hacerlos «fuertes y salir a jugar cada partido como una final».
«El rival tenía que salir a buscar el partido y se encontró con un rebote de Enzo. Terminamos sufriendo pero demostramos carácter, juego y personalidad. Estoy muy contento con este grupo porque ha demostrado que va a dejar siempre la última gota de sudor», agregó sobre Australia.
Messi coincidió en ese análisis del partido de octavos de final: «Lo podríamos haber sentenciado, pero hacen un gol de rebote y te empiezan a meter atrás con pelotazos. Sacando la que tapa el Dibu, no sufrimos y pasamos que era lo importante».
El capitán destacó que este duelo era «un partido difícil», también por el «poco tiempo de descanso» desde el 2 a 0 a Polonia del miércoles pasado. «Estábamos cansados y fue un partido muy físico también. Estoy contento por dar un pasito más», resumió.
Además, Leo se refirió al apoyo del público en Doha: «Toda Argentina quisiera estar acá pero no se puede. La gente es impresionante. Cuando decíamos que jugábamos cada tres días y que era una locura, al mismo tiempo queríamos estar acá por lo que se siente. Hay que seguir unidos, ahora se viene una difícil también».