Hace tan solo dos días Luis Suárez completaba la primera sesión junto a sus nuevos compañeros de equipo. Aunque el TAS le redujo la sanción en cuanto a entrenamientos y amistosos, no tocaron los cuatro meses de castigo que le impiden disputar un partido oficial, ni con el Barça ni con Uruguay. No sentó muy bien en el seno del club culé, pero por lo menos podrá empezar a coger la dinámica de equipo y entender lo que el mister quiere de él.
Ayer tuvieron día libre y el delantero decidió aprovecharlo y no acudió a las instalaciones de la Ciutat Esportiva, pero hoy volverá a ejercitarse a las órdenes de Luis Enrique, mañana será presentado y está previsto que disponga de minutos en el Trofeo Joan Gamper ante el León FC. Se espera que el uruguayo aparezca en escena el 24 de octubre, fin de semana donde Barcelona y Real Madrid se enfrentarán en el Bernabéu, por lo que deberá apretar en su preparación para estar en forma y poder estar a disposición de Luis Enrique si éste considera necesario que juegue el Clásico. Para ello, es más que probable que el equipo blaugrana organice amistosos a puerta cerrada ante el filial y otros equipos con el fin de que el delantero vaya cogiendo el ritmo de juego y vaya acumulando minutos.
Este tiempo también le servirá para mimar su rodilla después de la lesión que sufrió en un entrenamiento con su selección el pasado mes de mayo. El uruguayo tuvo que ser sometido a una artroscopia y estuvo en duda su participación el el Mundial de Brasil. Aunque no es motivo de excesiva preocupación, desde el club siguen de cerca su evolución.
La planificación de su particular pretemporada recuerda a la que el Barcelona ya preparó cuando fichó a Johan Cruyff. La incorporación del holandés se retrasó porque las negociaciones se estancaron y el Barça empezó la Liga sin él. Por ello, decidieron organizarle una serie de amistosos para que cogiera fondo físico.
