Luis Castillo dejó su natal Puerto Barrios para luchar por un sitio en lo más alto del boxeo guatemalteco.
Dos años después de haber iniciado su camino como boxeador a los doce años, en el 2015, Castillo y su familia tomaron una de las decisiones más fuertes e importantes en la vida del pequeño al dejar su casa para cumplir el sueño de ser atleta de alto rendimiento.
Nadie se imaginó que lo que comenzó como un pasatiempo sobre el cuadrilátero de la cabecera de Izabal llegaría a convertir a Castillo como uno de las mejores promesas de esta disciplina.
“Me gustó desde el principio y mis compañeros me dijeron que tenía talento, mi entrenador me dijo que yo tenía que ser un boxeador olímpico. Mi mamá tenia miedo que me dieran un mal golpe, pero no pasó, así que seguí practicando en Barrios”, comenta Luis.
Poco a poco los resultados se dieron y luego de unas tropiezos logró sus primeras victorias que lo llevaron a formar parte de la selección juvenil en la ciudad capital.
“En mi primer Campeonato Nacional en el 2015, los entrenadores me vieron por primera vez y aunque no gané la pelea, uno de ellos me dijo que iba a ser seleccionado, eso me emocionó mucho. Un año después quedé campeón en los Juegos Nacionales y entré en la selección juvenil”, comentó.
Su primer logro internacional
“El cambio de venirme de Izabal fue muy duro para mí, porque no cualquiera deja a su familia, pero el deporte me cambio la vida y el apoyo de mis padres fue muy bueno”, dijo Casillo.
Con dobles sesiones diarias seis días a la semana, Luis se preparó de la mejor manera para subir por primera vez al encordado en un torneo internacional.
La VIII Copa de Boxeo Cinturón de Oro Junior, en Guayaquil, Ecuador en agosto del 2017 se convirtió para Castillo en un certamen inolvidable, al haberse hecho con el cinturón de oro en la categoría de hasta 63 kilos.
“Fue un campeonato muy fuerte, nunca nos rendimos y siempre tuvimos la mentalidad positiva, gracias a Dios tuve un gran resultado y puse en alto el nombre de Guatemala”, comentó.
Aunque el camino es muy largo para cumplir su máximo anhelo que es representar al país y su familia en unos Juegos Olímpicos, Castillo tiene un reto muy grande en el 2018, lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos de la Juventud que tendrán lugar en Buenos Aires, Argentina.
“Se acercan los Juegos y me estoy preparando muy fuerte para el clasificatorio en México el próximo año, pero mi más grande sueño es llegar a ser un atleta olímpico y no descansaré hasta logarlo”, expresó.
Su velocidad y sus brazos largos son dos fortalezas que hacen de Luis un boxeador completo.
“El apoyo de la Federación es muy bueno porque además de darnos todo en la casa de selección nos apoyan con seguir estudiando los sábados”, dijo.
Para Luis representar al país es una gran responsabilidad y un gran orgullo y dejó en las primeras cinco letras de Guatemala su gran pasión.