Los actuales campeones de la NBA, los Golden State Warriors, tardaron menos de 24 horas en contestar al fichaje de los Lakers, de Los Ángeles, con LeBron James, y decidieron hacerse de los servicios del jugador estrella DeMarcus Cousins, por un año y 5.3 millones de dólares.
El escaso mercado para agentes libres y particularmente para los pívots, hicieron posible lo que parecía un sueño, que los Warriors consiguieron a Cousins y con ello alinear al quinto jugador estrella en su alineación.
La lesión en el talón de Aquiles debería moderar las expectativas sobre Cousins en el cuadro campeón, ya que el récord previo para los jugadores que han regresado tras lesiones de este tipo muestra que se han desempeñado aproximadamente un 8 por ciento peor de lo proyectado en la temporada siguiente, basados en sus estadísticas previas a la lesión.
Según un análisis publicado por el sitio ESPNdeportes, el jugador se encontraba dolido por no recibir demasiadas ofertas por el salario máximo y redujo sus opciones a dos equipos aspirantes al anillo: Warriors y Boston Celtics. Su intención, una vez recuperado, es firmar un contrato millonario el próximo verano y si puede ser con un campeonato en sus vitrinas mucho mejor.
