Neymar llegó al Paris Saint Germain con la intención de dar el salto definitivo para ser el mejor jugador del mundo. Su aterrizaje en París fue más que bueno y en un mínimo periodo de tiempo ya brillaba.
Pero hay ciertos privilegios que podría no estar sentando bien a parte de la plantilla y a Unai Emery. El diario Le Parisien asegura que el brasileño ha llegado al PSG con aires de estrella después de convivir unas temporadas con Leo Messi y en ocasiones las normas internas no le repercuten.
Algunos son pequeños detalles como llevar su propia maleta de la marca que él patrocina mientras el resto de compañeros están obligados a viajar con una de color azul que otorga el club.
Pero hay otros privilegios que pueden impactar más a los compañeros del vestuario, e incluso llegar a molestar. Neymar tiene para él a dos fisioterapeutas que le siguen a todos los partidos. Tener un fisio personal ya no es nada inusual en clubes de envergadura. Por ejemplo, Ibrahimovic tenía un fisio para él, pero también trataba a los otros jugadores del PSG si era necesario. Los que acompañan a Neymar no lo hacen.
Además, el diario francés cuenta que Neymar no puede recibir entradas fuertes en los entrenamientos. Por un episodio como ese casi llega a las manos la última semana en el Barcelona cuando Semedo, recién llegado al club, le hizo una entrada y se formó un conato de pelea. Y otra ‘ventaja’ que tendría el ex azulgrana es el permiso para no colaborar en tareas defensivas durante los partidos.
Se desconoce si Unai Emery sería consciente de estos privilegios cuando se negoció el contrato o por si el contrario ha dado el visto bueno.