Durante la postemporada, los Celtics habían jugado su mejor basquetbol sólo cuando estaban en cancha ajena.
El miércoles, la tendencia cambió.
Jaylen Brown anotó 27 puntos, Jayson Tatum agregó 26 y Boston se recuperó de otro furioso intento de remontada de los Warriors de Golden State en el tercer periodo, para imponerse por 116-100.
Marcus Smart agregó 24 unidades a la causa de Boston, que se colocó arriba 2-1 en las Finales de la NBA. Smart ayudó en una labor defensiva que limitó a los Warriors a 11 puntos en el cuarto periodo.
Se trata del tercer menor número de unidades conseguido por un equipo en el cuarto final de una serie por el título desde que se implementó el reloj de disparo.
“En el segundo partido ellos nos quemaron”, dijo Smart. “Aquello nos dejó un mal sabor de boca, porque nos enorgullecemos de nuestra labor defensiva y de ser un equipo duro. Definitivamente eso nos despertó”.
Boston mejoró a una foja de 6-4 como local en esta postemporada. De visita, su registro es de 8-3.
Los Celtics no sufren derrotas consecutivas desde finales de marzo.
Stephen Curry lideró a Golden State con 31 tantos y seis triples. Tuvo 15 puntos en un tercer periodo que los Warriors terminaron 33-25, pero se lesionó al final del cuarto después de que el dominicano Al Horford rodó sobre su pierna en un balón suelto.
Fue una jugada similar a la ocurrida en la temporada regular, cuando Smart pasó por encima de la pierna de Curry al perseguir otro balón perdido.
Klay Thompson salió de su letargo en las Finales y terminó con 25 unidades y cinco triples.
“Cuando permites que un equipo se sienta cómodo, sobre todo en su casa, ante su público, todo se vuelve muy difícil”, comentó Draymond Green, alero de Golden State.
El cuarto duelo está pautado para el viernes en Boston.
Los 39 equipos anteriores que dividieron triunfos en los primeros dos compromisos de la serie y que ganaron el tercer duelo se llevaron las Finales en el 83% de las veces.
Alimentándose de la energía en el TD Garden que albergó un duelo de las Finales de la NBA por primera ocasión desde 2010, los Celtics iniciaron rápido y llegaron a tener una ventaja de 18 puntos en la primera mitad.
En el segundo partido, Boston cayó tras perder el balón en 19 ocasiones. Esta vez, los Celtics lucieron mucho más afinados al movilizar la pelota en la mitad de la cancha.
Ello derivó en buenas oportunidades de tiros perimetrales, duelos personales favorables y espacios para avanzar a la cesta.
Los Warriors sufrieron en esas situaciones, lo cual incidió en que se marcaran tres faltas de Curry en los primeros 24 minutos.
Pero la ventaja de Boston se borró en el tercer periodo. Curry recibió una falta flagrante de primer grado de parte de Horford, antes de que un triple de Otto Porter Jr. colocara a Golden State en ventaja por 83-82.
Boston se recuperó para tomar una delantera de 93-89 en el comienzo del cuarto periodo. La diferencia se amplió a 102-91, antes de que Boston superara a sus rivales por 23-11 en la recta final.