En medio del receso por la pandemia del coronavirus, el múltiple campeón de la Fórmula Uno Lewis Hamilton está militando activamente en la causa contra las injusticias raciales.
El piloto de Mercedes se manifestó el lunes en su cuenta de Instagram a favor de los manifestantes que derribaron la estatua de un comerciante de esclavos del siglo 17 en Bristol, Inglaterra.
“¡Todas las estatuas de individuos racistas que ganaron dinero vendiendo seres humanos deberían ser derribadas!”, dijo Hamilton. “¿Quién es el próximo?”.
Poco después exhortó a los gobiernos de todo el mundo a que “hagan estos cambios” que reclama la gente en protestas multitudinarias “y retiren en forma pacífica estos símbolos racistas”.
Hamilton también condenó la muerte de George Floyd, un afroamericano fallecido cuando un policía blanco de Minneapolis le puso la rodilla en el cuello a pesar de que estaba esposado y tendido en el suelo boca abajo.
El piloto dice sentir “mucha ira, tristeza e incredulidad ante lo que han visto mis ojos”.
“Los que somos negros, morenos o en el medio”, agregó, “lo vemos todos los días y no deberíamos sentir que nacimos culpables, que no es nuestro lugar, ni temer por nuestras vidas por el color de nuestra piel”.
En su cuenta de Instagram Hamilton criticó a los involucrados en la F1 que no denuncian el racismo. Dijo que “guardan silencio… en medio de las injusticias”.
“Ni una sola señal de nadie en mi actividad, que, por supuesto, es un deporte dominado por los blancos”, expresó el corredor, seis veces campeón mundial. “Soy la única persona de color y estoy solo”.
“Pensé que a esta altura ya habían visto por qué pasa esto y habrían dicho algo al respecto, pero no pueden apoyarnos. Nos vamos conociendo”.
Charles Leclerc, de Ferrari, respondió a esa arenga de Hamilton diciendo que se sintió “fuera de lugar, incómodo hablando de lo que pienso en las redes sociales” y que eso “estuvo muy mal”.
Hamilton es el único piloto de origen africano que ha corrido en la F1 y en el pasado ha hablado de la forma en que tuvo que luchar contra la adversidad para triunfar en un deporte que según él es para blancos privilegiados.
La F1 no pudo empezar la temporada todavía por el coronavirus. La primera carrera tendría lugar el 5 de julio en Austria.