El sueño de la familia de LeBron Jame condiciona el futuro de unos Lakers en crisis, el equipo de Los Ángeles va camino de quedarse fuera de los Playoffs mientras LeBron ya piensa en su próximo contrato. La llegada de su hijo a la NBA en 2024, clave en su próximo destino. «Quiero jugar con él», aseguró.
«Mi último año lo jugaré con mi hijo. Donde quiera que esté Bronny, allí estaré yo. Haré todo lo que sea necesario para jugar con él durante una temporada. Me da igual el dinero». Estas palabras de LeBron James durante el pasado All-Star avivaron la crisis constante que viven Los Angeles Lakers. Hundidos en la zona media de la Conferencia Oeste (novenos con un balance de 27-33), con nueve derrotas en los últimos 12 partidos, con Anthony Davis, su segunda estrella, lesionado para varias semanas y con una división patente entre la grada y la afición, la franquicia californiana navega sin rumbo en un año desastroso.
