Gracias a un gol de Chloe Kelly en la prórroga, Inglaterra venció el domingo 2-1 a Alemania en la final del Campeonato Europeo para conquistar su primer gran título en el fútbol femenino.
Kelly capitalizó un rebote en la segunda mitad del alargue luego que las alemanas no supieron despejar un tiro de esquina. El partido había terminado 1-1 tras los 90 minutos en el estadio Wembley con la alemana Lina Magull respondiendo al gol de la inglesa Ella Toone.
Después del silbatazo final, las jugadoras de Inglaterra bailaron y la multitud cantó su himno “Sweet Caroline”. El gran ambiente del domingo en el estadio contrastó con las escenas violentas registradas cuando la selección masculina de Inglaterra perdió la final de la Eurocopa ante Italia en la misma cancha hace un año.
“Siempre creí que estaría aquí, pero estar aquí y anotar el gol de la victoria, vaya. Estas chicas son asombrosas”, dijo Kelly, quien se recuperó tras sufrir una grave lesión en la rodilla en abril. “Esto es increíble, solo quiero celebrarlo ahora”.
Los 87.000 aficionados que acudieron a Wembley — cifra récord en el torneo — confirmaron el crecimiento del fútbol femenino en Europa desde la última vez que Inglaterra y Alemania jugaron por un título continental hace 13 años.
En esa ocasión, Alemania logró una victoria de 6-2 sobre un equipo de Inglaterra que todavía dependía de jugadoras que no eran profesionales. Dos años más tarde, Inglaterra lanzó su Superliga femenina, que ha profesionalizado el fútbol y ha crecido hasta convertirse en uno de los principales torneos del mundo.
Toone abrió el marcador a los 62 minutos. La atacante inglesa dominó un pase en profundidad de Keira Walsh para ganarle las espaldas a la zaga alemana y luego elevar el balón por encima de la arquera Merle Frohms.
El gol de Toone, apenas seis minutos después de ingresar, desató un frenesí en Wembley al tiempo que la técnica de la selección inglesa, Sarina Wiegman —la estratega ganadora con Holanda en 2017— levantó ambos brazos en señal de alegría.
Pero Alemania, triunfante en las nueve finales europeas previas que había disputado, no se amilanó y niveló a los 79 cuando Magull empalmó un centro rasante para batir a la arquera inglesa Mary Earps.
Alemania echó de menos a su capitana Alexandra Popp, la máxima anotadora del equipo con seis tantos, luego que acusó una molestia muscular durante el calentamiento. Fue reemplazada por Lea Schüller en el once titular, en tanto que Svenja Huth quedó como la capitana.