El FC Barcelona se ha caracterizado en los últimos años por apostar por los jugadores formados en la Masia, la inagotable fuente de talento azulgrana. Los canteranos han llevado al club a ganarlo absolutamente todo y a vivir una época dorada que todavía mantiene al equipo como uno de los grandes referentes europeos.
Después de algunos años sin que aparecieran jugadores que hayan conseguido consagrarse en el primer equipo, durante los últimos meses ha aparecido una generación de futbolistas muy interesantes y de los que se espera mucho en un futuro no muy lejano. De cara a 2020, hay que tomar muy buenas decisiones con ellos para que sigan creciendo.
Sin lugar a dudas, Ansu Fati, a sus 17 años, se ha convertido en la joya de la corona y recientemente el FC Barcelona le renovó subiendo su cláusula de rescisión para evitar una fuga de cara al futuro. El joven extremo nacido en Guinea Bissau ha aparecido esta campaña emergiendo del juvenil A y ha enamorado al barcelonismo gracias a su velocidad, su desparpajo y su juego eléctrico y desacomplejado.
También en la delantera, ha aparecido Carles Pérez, otro de esos jóvenes que, sin hacer mucho ruido, ha ido entrando en los planes de Ernesto Valverde para el primer equipo para dejar unas sensaciones muy positivas. Tiene 21 años y, pese a que la competencia en la delantera es muy elevada, puede seguir progresando para hacerse un hueco en el equipo.
En el centro del campo también hay grandes ‘perlas’, empezando por un Carles Aleñá que ha sido cedido al Betis hasta final de temporada para que tenga minutos pero que, a partir del próximo verano, volverá a la disciplina culé con más experiencia. Mientras tanto, Riqui Puig sigue esperando su oportunidad en el primer equipo azulgrana, que podría llegar tras la cesión del de Mataró.
