Jermain Defoe ha pasado los últimos días en Marbella, lugar elegido por el cuerpo técnico del Bournemouth para preparar la próxima temporada. Pero el veterano delantero británico ha abandonado la concentración para volver a su país y así poder despedirse por última vez de su mejor amigo Bradley Lowery.
El pequeño hincha del Sunderland falleció el pasado 7 de julio tras una incansable lucha contra el cáncer. El trágico suceso recorrió el mundo gracias a la amistad del niño con Defoe mientras éste militaba en las filas del Sunderland. Ahora, una semana después del fatal desenlace, el delantero inglés ha vuelto a la que fue su ciudad durante tres temporadas para dar el último adiós a Bradley.
«Defoe ha dejado nuestro campo de entrenamiento de pretemporada y ha regresado al Reino Unido para el funeral de Bradley Lowery», informó el AFC Bournemouth ayer a través de su cuenta de Twitter. El acto ha tenido lugar en la iglesia de St. Joseph de Sunderland, un templo cercano al Stadium of Light, el campo al que Bradley acudía cada domingo a animar al equipo de su vida y que le convirtió en un icono de fortaleza que quedará para la memoria al igual que su amistad con Jermain Defoe.
