Ximena Suárez, la auxiliar de vuelo que ha sobrevivido al accidente del avión que trasladaba a los jugadores de fútbol del equipo Chapecoense, ha asegurado que la aeronave «se apagó por completo» y «tuvo un fuerte descenso» antes de sufrir «un gran impacto» contra tierra en la zona de Cerro Gordo de la Unión, en el departamento de Antioquia, en Colombia, según informa el diario ‘El Colombiano’.
Además, la azafata reconoce que la aeronave no estaba preparada para cubrir ese trayecto y no esconde que se estiró el rendimiento al límite y de forma indebida.«El avión sí es limitado para esa ruta. Yo volaba un RJ100, muy parecido, para SAM en los años noventa. No se trata en todo caso de una aeronave anticuada, cuenta con todos los sistemas. Pero las siglas RJ representan Regional Jet, es decir que es para rutas cortas, generalmente locales, de dos horas. La operación del avión fue estirada hasta su límite y de una forma indebida», ha explicado.
«El avión se apagó por completo y tuvo un fuerte descenso, seguido de un gran impacto», relató Suárez a los equipos de rescate cuando le encontraron consciente, junto a las otras seis personas que sobrevivieron al siniestro, una de las cuales falleció durante el traslado a un centro hospitalario.
Suárez trasladó su testimonio a los especialistas de rescate cuando le encontraron en torno a las 0.30 horas del martes, horas después del impacto contra el suelo en una zona montañosa y boscosa del Cerro Gordo, a decenas de kilómetros del destino del vuelo, el aeropuerto José María Córdova de Ríonegro, en Medellín.
Por el momento, se desconocen las causas del accidente aéreo pero las autoridades colombianas han informado de que el avión comunicó a la torre de control antes de estrellarse que había sufrido un fallo eléctrico.
Según ‘El Colombiano’, antes de comunicar ese fallo, la aeronave pidió permiso para aterrizar por escasez de combustible y la torre le mandó descender de altitud y esperar a otro aterrizaje para poder iniciar la maniobra, por lo que voló en círculos para bajar de cota a la espera de dirigirse a la toma en el aeródromo.
Un experto en aviación consultado por este diario colombiano ha asegurado que el avión del vuelo del Chapecoense tenía una capacidad limitada para realizar ese trayecto, toda vez que el recorrido era de 2.960 kilómetros y, según sus estimaciones, el modelo Avro Regional Jet 85 solo tiene autonomía de vuelo de 2.965 kilómetros.
Julio Consuegra, instructor de vuelo de la Escuela JEC y autor del libro ‘Principios y Fundamentos de Aviación’, ha subrayado la importancia de realizar una buen planeamiento previo al despegue, que tenga en cuenta cualquier contingencia que pueda darse en el trayecto y ha afirmado que el avión está «limitado» para completar esa ruta.