A Karim Benzema le apodaban coco sus compañeros de equipo en las categorías inferiores, aún no tenía ni 10 años y vivía pegado al balón porque deseaba ser como Ronaldo, el monstruo del futbol que vestía de blanco con el Real Madrid y ganaba mundiales con Brasil.
Creció en su natal Lyon, una ciudad de migrantes y futbol, y aprendió que en el balompié se tiene que actuar al estilo Napoleón, con el equipo; nunca solo.
A estas alturas, ser el Jugador Más Valioso de La Liga parece poco. El francés de 32 años alcanzó los 21 goles en la actual temporada para convertir al Real Madrid en Campeón de La Liga en el atípico año del coronavirus.
Karim es la figura más letal del equipo blanco, un generador de asistencias, un cazador del área y un anotador tan efectivo que su presidente, Florentino Pérez, ya se atreve nominarlo como el máximo candidato a obtener el próximo Balón de Oro.
Benzema está ahora, por importancia para que su equipo gane títulos, al nivel de su ídolo Ronaldo (de quien tenía un póster en su casa cuando jugaba en el Lyon), de su amigo Cristiano Ronaldo y de Lionel Messi, que juega en el archirrival Barcelona y que pasa más tiempo amenazando que ganando campeonatos. De los tres se aparta en algo, es más introvertido.
De familia musulmana y de padres argelinos, Karim fue el sexto de nueve hermanos que llegó al mundo en el vecindario de Bron. Su infancia fue compleja ante la discriminación en una escuela cristiana y un físico pasado del peso ideal, como su ídolo Ronaldo.
Aprendió desde entonces que la vida no sería sencilla, mejoró sus hábitos, bajó de peso, se volvió disciplinado y maduró siendo aún pequeño. Sus cualidades futbolísticas fueron solo un añadido.
Benzema ha sido una pieza clave para el club merengue desde el reinicio de LaLiga. EFE
En la actualidad, su valor en el Real Madrid es inconmensurable y ha fortalecido su posición a partir de la salida de Cristiano Ronaldo, una figura a la que admiraba por lo que lo ayudaba en los entrenamientos y a quien ahora sustituye sin mayor dificultad.
Benzema no es un nueve clásico, pero sí es el hombre que su club necesita, sin importar la edad o que su valor de mercado sea apenas de 32 millones de Euros en un mercado hiperinflado.
Y es que si a alguien le benefició la partida del portugués a la Juventus fue precisamente al francés. No tanto en reflectores, que no los quería, sino en efectividad dentro del césped, en protagonismo sin el yugo de CR7.
Este miércoles, contra el Villarreal, anotó su quinto gol de penal en la temporada; antes de la campaña 2019-20 solo llevaba cinco en todos sus años con los blancos. Huérfanos de un delantero protagonista, en el Real Madrid encontraron en el francés a su hombre efectivo, a su líder.
Este fin de semana se hará oficial que Benzema es el máximo goleador del equipo en esta temporada, y será el primero desde Cristiano Ronaldo que lidera este departamento en el club merengue en temporadas consecutivas.
En las últimas dos campañas ha marcado 42 goles, su máximo en dos años con cualquier club, y también ha superado, a pesar de sus 32 años, cualquier amenaza de los jóvenes veinteañeros que merodean el vestuario merengue.
Si Messi habla más, lanza mayores amenazas a sus directivos o gana más dinero es solo una parte de la visión en La Liga, en el otro lado, el de los campeones, anotando goles, liderando un equipo y ganando títulos está Karim Benzema.