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Juan Anangonó: “la final de vuelta será más dura”

CIUDAD GUATEMALA, Guatemala. – Comunicaciones FC de Guatemala logró un triunfo de dos goles a uno sobre el Motagua de Honduras la semana pasada en el partido de ida de la final de la Liga Concacaf Scotiabank, una de las figuras de ese encuentro fue Juan Anangonó.

El veterano delantero ecuatoriano tuvo un papel clave en los dos goles de los Cremas. El primer tanto de Comunicaciones anotado por Jorge Aparicio, llegó en un desvío de cabeza de Anangonó contra dos defensas del Motagua, habilitando Aparicio con mucho espacio para sacar el remate que superó a Rougier.

Anangonó luego anotó el gol de la victoria al recoger un rechace al frente del guardameta del Motagua Jonathan Rougier.

El delantero ecuatoriano finalizó la noche con un gol y tres remates, una asistencia, una recuperación de balón y completó el 79 por ciento de sus pases en 83 minutos jugados

Ahora, en su primera participación en la Liga Concacaf Scotianbak SCL Anangonó espera que el encuentro de vuelta y decisivo será más fuerte que el del pasado miércoles en Tegucigalpa.

“Todo se dio como lo hablamos”, dice calmado el delantero ecuatoriano, quien se ha convertido en el referente del área de Comunicaciones por su juego aéreo y fortaleza. Anangonó reconoce que todo lo toma con cautela, que hay que ser cuidadoso porque el partido de vuelta será más peligroso. “Estoy seguro de que será muy duro.”

Anangonó está acostumbrado a jugar bajo presión. Lo hizo en Argentina, la liga de su país natal, en la MLS, en la Copa Libertadores y ahora jugando en su décimo club en su carrera siempre tiene sueños y anhelos.

Anangonó reveló que en el análisis previo al partido contra el FC Motagua, se centraron en que el guardameta del equipo hondureño el argentino Jonathan Rougier rebotaba el balón en los remates de larga distancia, y así fue como sucedió en la final de ida, el guardameta argentino despejó el esférico después del remate de Stheven Robles y ahí estaba Anangonó como un cazador esperando ese balón para poder anotar.

Para el delantero que ha jugado todo el proceso desde la fase preliminar, todas las series han sido difíciles, pues han tenido que enfrentar series y marcadores en contra, aunque para él, antes de la final, la más complicada fue la de Saprissa de Costa Rica, al que también le anotó, por ser un equipo con mucho “oficio” y jugadores que ya han sido campeones en la Concacaf. “Muchos pensaron que solo íbamos a jugar la primera fase, pero todo ha sido gracias al trabajo del grupo, sin ello no estaríamos peleando por la copa”, dice.

Anangonó confiesa que aunque disfrutó anotar en la final de ida para él lo más importante es el trabajo de equipo, pues asegura que sin lo que se hace en conjunto no se podría ganar y ese sacrificio y entrega del grupo los tiene en la fase decisiva. Esa noche del 8 de diciembre en Honduras el delantero cuenta que pudo descansar tranquilo, que le cuesta conciliar el sueño en las derrotas, pues siempre se cuestiona qué hizo mal o cómo pudo ayudar al grupo, pero ese día después de compartir la cena con el grupo se relajó, pues había sido un partido desgastante, aunque siempre analizó los errores y en qué se debería mejorar.

La invitación de Guatemala

El jugador de 32 años reconoce que no tenía referencia del fútbol guatemalteco, pero que en su aventura con el Blooming de Bolivia, este año, un intermediario le había ofrecido llegar a Comunicaciones, pero después ya no hubo ningún acercamiento, por lo que decidió volver a Ecuador (sin equipo). Pero de pronto apareció nuevamente la oferta y la aceptó después de una conversación con el entrenador crema, el uruguayo Willy Coito Olivera y con el presidente del club, Juan García.

Fue así como tomó un avión y se presentó a Comunicaciones, el octavo país, después de haber jugado en su tierra natal, Argentina, México, Estados Unidos, China, Bolivia, Paraguay y ahora Guatemala. “Tenía muchas ganas de venir a Guatemala, quería seguir en el extranjero y fue una decisión acertada”, asegura el jugador del Valle de Chota, Imbabura, Ecuador.

Después de cinco meses en Guatemala, Anangonó reconoce que se va complementando mejor en el terreno de juego y que esa es la clave para estar jugando finales, así como estar rodeado de “grandes personas”, que lo han hecho sentirse como en casa.

Desde joven Anangonó se ha enfrentado solo a muchas adversidades. A los 15 años de edad dejó su natal Valle del Chota, en donde la familia se dedicaba a la agricultura y a las cosechas de frijol y tomate, para buscar el éxito como futbolista y dejó a su mamá, María Juanita y a sus dos hermanas, quienes siempre lo consintieron.

Viajó a Guayaquil en donde un tío le abrió las puertas de su casa para comenzar su aventura para “buscar el sueño de llegar a ser un profesional”. Su primer equipo fue el Barcelona de Ecuador y desde ese momento no ha dejado de jugar. También formó parte de la Selección Nacional ecuatoriana con la que disputó el clasificatorio para el Mundial de la FIFA Brasil 2014.

Como ha sido un trotamundos del fútbol vive solo en Guatemala pero la comunidad ecuatoriana que vive en el país centroamericano lo ha acompañado en esta nueva aventura, aunque prefiere estar en casa viendo películas y series. No le gusta mucho cocinar, así que se está adaptando al sazón chapín y aprovecha que vive cerca de restaurantes.   

Este martes previo al juego decisivo en el Estadio Doroteo Guamuch Flores contra el Motagua de Honduras, Anangonó volverá a conversar previo con su familia, que vive en Ecuador, para que le “deseen éxitos”. Mantendrá la calma el centrodelantero de 88 kilos para salir a realizar su trabajo, a pelear con los defensas que buscarán bloquearlo, mientras él se entrega en cada minuto para dejar su nombre escrito en la historia de Comunicaciones que tiene seis años sin ganar un título. Su última corona internacional fue en 1983 cuando lograron ganar la Copa Interclubes de la Uncaf.

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