El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, prometió hoy expulsar a todos los funcionarios corruptos del mundo del fútbol, al tiempo que volvió a negar las acusaciones vertidas en los «papeles del Panamá».
«Quiero darle una nueva imagen al fútbol que despierte confianza y en la que todo sea limpio y transparente. La gente que piense que puede utilizar el fútbol en sus propios intereses criminales debe marcharse», dijo Infantino en rueda de prensa.
El suizo advirtió que «si ellos no se van, entonces no sólo serán perseguidos penalmente, sino que serán expulsados con vergüenza de las organizaciones futbolísticas», según informan medios locales.
A su vez, volvió a refutar las acusaciones recogidas en los documentos filtrados del bufete Mossack Fonseca en Panamá sobre su etapa en la UEFA.
«Ya se dieron todas las explicaciones necesarias. Explicamos con claridad que toda esa historia no vale un penique, ya que todas las operaciones se hicieron de manera abierta, transparente y totalmente legal», señaló.
Admitió que recibió disculpas de los periodistas que publicaron dichas filtraciones, que reconocieron que «cometieron exageraciones», por lo que «eso no influye de ninguna manera en nuestro trabajo».
«Siempre trabajé de manera profesional y honesta, por lo que juzgadme por el resultado de mi trabajo y no inventad cualquier historia», destacó.
La Policía federal de Suiza registró el pasado 6 de abril con una orden judicial los locales de la UEFA en Ginebra para obtener los contratos entre la entidad que rige el fútbol europeo y la empresa ecuatoriana Teleamazonas.