Sólo tres meses después de ser elegido como presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino se enfrenta a una investigación interna por presuntas irregularidades. Si el Comité de Ética confirma que hay indicios de que Infantino cometió las irregularidades se le inhabilitará durante 90 días, tiempo en el que los jueces determinarán si hay que prolongar la sanción. Así comenzó el calvario de Platini y de Blatter que terminó por apartar a ambos del vértice del fútbol mundial.
Según la investigación del diario alemán ‘Die Welt’ ha Infantino se le acusa del cese del Comité de Auditoria, Domenico Scala, después de que Scala adviertiera sobre los sueldos del presidente y sus colaboradores. Scala, un colaborador independiente, fue cesado en el Congreso de México, el mes pasado, y la grabación de las votaciones para su destitución fueron borradas presuntamente por orden de Infantino. Al presidente se le acusa de más irregularidades, entre otras las del uso de aviones privados y la aceptación de regalos por parte del patrocinador técnico de la FIFA, Adidas.
Si finalmente Infantino fuera inhabilitado, sería otra vez el camerunés Hayatou el que tendría derecho a la presidencia en funciones. Los siguientes en la línea sucesoria son Ángel Villar, presidente de la FEF, y el jeque Salman, que perdió contra Infantino las últimas elecciones a la presidencia de la FIFA hace sólo 93 días.