Simeone ha inculcado a los suyos durante la semana la importancia de terminar el curso liguero con una victoria. La derrota en el Ciutat de Valencia dejó al vestuario tocado y el Cholo, siempre atento a las sensaciones, quiere un triunfo para evitar presentarse en Milán con la inercia negativa de tres partidos seguidos perdiendo y sumar 88 puntos, la segunda mejor marca histórica del Atlético en la Liga. Pero además hay retos individuales.
El primero, el de Griezmann. Firma su mejor marca goleadora de siempre en una temporada, lleva 31 goles entre todas las competiciones, pero de terminar así se quedaría con 21 en la Liga, uno menos que la temporada pasada. El francés acomete una parte dulce de la temporada. En unos días jugará su primera final de Champions, antes de volver a su país para ser, junto a Pogba, el líder de su selección en la Eurocopa.
Rumores. Ayer el diario francés L’Equipe insistía en el interés del PSG en el jugador del Atlético, haciendo referencia a contactos con su entorno. En Francia arden en deseos, quieren verle jugar en el gigante parisino, pero Griezmann ha dejado claro que su futuro inmediato es colchonero. De hecho, el Atlético ultima con él los flecos de una mejora de contrato que debe elevar su cláusula de rescisión hasta los 100 millones. Los mismos que tiene Oblak.