DUBLIN, Ohio, EE.UU. (AP) — Jon Rahm ganó el Memorial el domingo para sumarse a Seve Ballesteros como los únicos golfistas españoles en establecerse como el número uno del mundo, una victoria que aseguró con un tiro mágico que habría sido causa de orgullo para su ídolo.
Rahm se fue ocho golpes arriba para iniciar la segunda mitad de la jornada, pero su ventaja se redujo a tres tiros con tres hoyos restantes en un campo de Muirfield Village que mostró su más duro desafío en 42 años.
En problemas detrás del green en el hoyo 16 de par 3, con Ryan Palmer enfrentando un tiro de 12 pies para birdie desde el margen, Rahm realizó un flop shot desde el césped que salió a la perfección. Se detuvo en el borde, se dirigió al hoyo y entró para birdie al tiempo que el español empezaba a festejar.
Palmer terminó con un bogey en el hoyo 17, y el resultado estaba decidido.
Lo único por resolver era el marcador. Una repetición del golpe de Rahm parecía mostrar que la pelota se movió ligeramente al momento en que él colocó el palo lob wedge detrás. Los jueces de la Gira de la PGA revisaron la acción y le aplicaron una sanción de dos tiros que no alteró el resultado.
Rahm se mostró sorprendido cuando se le mencionó el castigo al finalizar y dijo que no se dio cuenta que algo estuvo mal.
“No le quita nada al tiro”, afirmó. “No va a quitar nada a lo que sucedió hoy”.
Rahm cerró con una tarjeta de 75 golpes, tres sobre par, para apuntarse una victoria de tres tiros sobre Palmer, la ronda final más abultada de un ganador del Memorial desde que Roger Maltbie registrara 76 en el primer año del torneo, en 1976.
“Una de las mejores actuaciones de mi vida”, dijo Rahm. “La de ayer fue una de las mejores rondas de mi vida, y hoy he cerrado con altibajos. Como español, me alegra que fuera así”.
La victoria fue la 10ma en la carrera de Rahm —cuarta en la Gira PGA — y le permite rebasar a Rory McIlroy en el ranking mundial al ganar el campo más duro del año. Es el 24to golfista en alcanzar la cúspide del ránking, en la que que Ballesteros pasó un total de 61 semanas de 1986 a 1989.
También fue la prueba más complicada. Sólo cinco competidores quedaron por debajo del par, la menor cantidad para una ronda final desde que el Memorial inició en 1976. El marcador promedio de 75.932 fue el más alto para una ronda final desde el de 75.972 registrado en 1978.
Tiger Woods, en su primer torneo desde el 16 de febrero en una pausa por la pandemia del COVID-19, firmó tarjeta de 76 golpes y acabó empatado en el 40mo lugar.
Matthew Fitzpatrick registró el marcador más bajo del día con 68 tiros y se quedó con el tercer puesto.