España e Italia tienen una historia reciente y la Azzurra cuentas pendientes que saldar con la Roja, que la humilló 4-0 el año pasado en la final de la Eurocopa en Kiev. Hoy juegan en la segunda semifinal de la Copa Confederaciones desde la 1 de la tarde.
Italia tendrá una baja importantísima, ya que el delantero Mario Balotelli se lastimó la pierna izquierda el sábado en el revés contra Brasil. La federación italiana indicó el lunes que el ariete del Milan se perderá el resto del campeonato.
Andrea Pirlo, el cerebro del mediocampo italiano, también estaba entre algodones y se perdió el partido contra Brasil, aunque debe ser de la partida en el estadio Castelao de Fortaleza.
Italia necesitará todas sus piezas en perfecta sintonía para enfrentar a unos campeones del mundo que suman 15 goles a favor y apenas uno en contra, incluyendo la goleada 10-0 que le propinaron a Tahití. Fernando Torres se reencontró con las redes y es el máximo artillero del torneo con cinco tantos, David Villa suma tres y hasta el lateral Jordi Alba hizo un doblete el domingo en el triunfo 3-0 sobre Nigeria.
Un fútbol total del más alto nivel, con una España mucho más vertical que en el pasado, aunque sin perder su identidad de posesión del balón.
«Este es el fútbol que nos gusta: todos somos defensores, todos somos mediocampistas, todos somos atacantes», analizó el entrenador español Vicente del Bosque.
España tuvo el grupo más fácil, al enfrentar a Uruguay, Nigeria y Tahití, pero ahora el nivel de competencia aumenta considerablemente frente al oponente al que venció en la final de la pasada Euro.
«Sabemos que son muy fuertes en defensa y que controlan bien la pelota. Definitivamente será un rival difícil, como lo han sido en todos estos años», advirtió Alba. «Sólo trataremos de jugar nuestro estilo, que no nos metan goles y anotarlos nosotros».