En las vísperas de la XVIII Copa Panamericana en Lima, Perú, Erick Barrondo y Mirna Ortiz entrenan como en familia junto a parte del equipo nacional que se apresta para viajar a Sudamérica.
Durante la práctica matutina en las adyacencias del Estadio Doroteo Guamuch Flores, Ortiz comparte la ruta con su sobrino José, quien tomará la línea de salida en la prueba de 10 kilómetros, categoría juvenil. Además fuera del circuito la alientan sus hijos Jhosua y Ronin, quienes no desaprovechan la ocasión para sorprenderla con un regalo al final del entreno con motivo del Día de la Madre.
El subcampeón olímpico también tiene un vínculo consanguíneo dentro del grupo que en total tendrá a 9 exponentes en el evento continental de este fin de semana. Uriel Barrondo, hermano de Erick, será el único representante en la distancia de 50 kilómetros.
“Es positivo ver a esta nueva generación de marchistas, que tienen buenas marcas y proyección”, afirma Ortiz.
“Es bonito tener un equipo grande, que se convierte en familia. Los atletas tienen voluntad y eso a veces es más importante que el talento. Me da gusto ver que están creciendo y que estén dando pasos importantes”, dijo por su Erick.
Paso a paso por las mejores marcas
Tanto Barrondo como Ortiz admiten que la apuesta en la Copa Panamericana es mejorar sus registros personales, terminar la competencia con la menor cantidad de amonestaciones y meterse dentro de los 5 primeros en sus respectivas pruebas.
