Recuperado del coronavirus, el entrenador de los Saints de Nueva Orleáns volvió al trabajo. Y de inmediato, salió al paso de sus recientes declaraciones sobre el quarterback que ostenta prácticamente todos los récords del equipo.
Sean Payton dijo que de ninguna manera quiso insinuar durante una entrevista reciente con la televisión que Drew Brees le haya manifestado sus intenciones de retirarse luego de la próxima campaña.
“Soy un gran tonto”, dijo Payton el miércoles durante una conferencia telefónica de prensa en Nueva Orleáns. “Sinceramente no sé si éste es su último año. Pienso que lo que él y nosotros hemos hecho es hablar de esto simplemente cada año”.
Brees, de 41 años, se prepara para lo que será su vigésima temporada. Poco antes del momento en que podía declararse agente libre en marzo, Brees firmó un contrato por dos años y 50 millones de dólares para seguir con el club al que se incorporó en 2006.
El martes, Payton fue entrevistado por la cadena ESPN, y mencionó que los Saints tenían una situación “única” con su mariscal de campo, dado que Brees estaba volviendo para una “temporada final”.
El miércoles, aclaró que simplemente había tratado de transmitir la idea de que el equipo desconoce con seguridad si Brees seguirá jugando en 2021. Precisó que sólo el quarterback, líder histórico de la NFL en yardas por aire, pases completos y envíos de anotación, puede decir cuándo terminará su carrera.
“Probablemente, en mi cabeza esto comenzó realmente con la idea de que este año era único en el sentido de que él pasó algún tiempo pensando: ‘¿Soy capaz de volver para otra temporada?’”, explicó Payton. “Así que, antes de hablar del año posterior a esta campaña, sé que estaremos concentrados sólo en esta temporada”.
Brees ha insistido durante los últimos años que, a su edad, considera que es mejor evaluar su deseo de seguir jugando después de cada temporada.
Payton, por su parte, ha concluido su cuarentena por el coronavirus. Ahora, acude a trabajar en la espaciosa cervecería Dixie, ubicada en una zona industrial del oriente de Nueva Orleáns.
El local es propiedad de Gayle Benson, dueña de los Saints y de los Pelicans de Nueva Orleáns. Está cerrado a los clientes, pero Payton tiene acceso para realizar videoconferencias, a veces con una veintena de personas, en medio del distanciamiento obligado por la pandemia.
