La situación de José Mourinho en el Manchester United ha dado un giro de 180 grados en las últimas semanas. El entrenador, que percibe actualmente diez millones de euros, pedía, allá por el mes de noviembre, una extensión de contrato en la que su salario ascendiera a los 13,5 millones.
En aquella época los red devils no estaban tan descolgados del Manchester City de Pep Guardiola y en el PSG no paraban de surgir polémicas con Unai Emery al mando a pesar de los resultados. Quizá por eso el portugués se dejaba querer por el club parisino mientras daba largas a los directivos del club inglés con su renovación: «El PSG tiene algo especial. Hay magia, calidad, juventud… es fantástico».
Sin embargo, después de la tormenta, el conjunto francés no parece estar ya tan interesado en contratar a otro entrenador a toda costa y a Mourinho se le ha cerrado la puerta. Por si fuera poco, Ed Woodward (presidente del United) y compañía han decidido ahora paralizar las negociaciones con el técnico luso, tal y como recoge Mirror.
El motivo es que no tienen claro, en base a los últimos resultados cosechados, que firmar un contrato de larga duración con su correspondiente incremento salarial sea lo más adecuado. El United fue eliminado por el Bristol en la Carabao Cup y aunque en la Champions League se medirán al Sevilla en octavos de final, lo cierto es que no hay muchas esperanzas de que remonten en la Premier League. Marchan segundos en la clasificación con el Chelsea (a tres puntos) pisándoles los talones, pero a trece de sus rivales en la ciudad inglesa, que están intratables.
Mourinho nunca ha permanecido más de tres temporadas en un mismo club y el United todavía se reserva una cláusula por la que podrían renovarle doce meses más de forma automática. De esta forma, si su contrato expira en 2019 y disponen de esa opción, no ven necesario pagarle más salvo que quieran blindarle y que no piense en marcharse a otros clubes. Y el PSG ya no parece tener tanto interés.
