Al Madrid le han bastado trece jornadas para recortar once puntos (conjuntamente) a Atlético y Barça. Después del 2-1 del Camp Nou en la jornada 10, los azulgrana le sacaban seis puntos y los atléticos, con los que el Madrid había perdido en la jornada siete (0-1 en el Bernabéu) cinco. Pero el partido del Camp Nou fue un punto de inflexión. Desde entonces el Madrid no ha perdido ningún encuentro (sólo dos empates en Pamplona y Bilbao).
Ancelotti tenía razón, o casi, cuando dijo: “Esta Liga se gana con 100 puntos”. Será alguno menos. Después de ir haciendo la goma el Madrid acabó con 47 la primera vuelta (el tercer mejor registro del club desde que la victoria vale tres). Y ha empezado la segunda con inmejorables sensaciones (al contrario que sus rivales, que habían llegado a los 50 en la primera vuelta). Los tres de arriba están ahora empatados con 57 puntos y quedan 45 por disputarse (15 jornadas). Sería difícil que alguno de los aspirantes llegara a los 100 (ya sólo se les permite un empate para lograrlo). Pero se jugarán la Liga en los enfrentamientos directos. El Madrid llega a la jornada 23 en tablas tras perder el Clásico y el derbi en la primera vuelta (Atlético y Barça empataron su partido).
El Madrid ha basado la remontada en la solidez defensiva, sobre todo en los últimos encuentros. Si terminó la primera mitad del campeonato encajando 21 goles con un promedio de 1,10 tantos recibidos por partido (sólo dejó la puerta a cero en cinco de ellos), en esta segunda vuelta el promedio es de 0,75: dos encuentros de cuatro sin recibir gol (Betis y Granada). De hecho, el Madrid dejó su puerta a cero en cuatro de las últimas seis jornadas (Celta, Espanyol, Betis y Granada).
Si Barça y Atlético se dejaron siete puntos en los 19 partidos de la primera vuelta, han dejado de ganar cinco en las cuatro jornadas de la segunda. El Madrid se dejó diez puntos en la primera y dos en la segunda. Las tornas se han invertido. Ahora el Madrid es sólido. Ancelotti ha dado con la tecla.
