El Real Madrid, que este jueves defenderá en Montilivi el 4-2 logrado hace una semana ante el Girona en el juego de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, se ha convertido en un equipo muy complicado como visitante en este torneo. En los últimos ocho años, el equipo blanco solo ha perdido tres de sus últimos 26 visitas en la competición, a los que se suman 18 victorias y cinco empates.
Desde su 0-1 frente al Atlético de Madrid, en la vuelta de cuartos de la Copa celebrada el 20 de enero de 2011, los merengues han encadenado una excelente racha de resultados fuera de casa, entre los que destacan las dos finales conquistadas ante el Barça en Mestalla: 0-1 en la prórroga en 2011 y 1-2 en 2014.
En esta serie triunfal, las victorias más abultadas lejos del Santiago Bernabéu son dos y ante rivales de inferior categoría: 1-7 contra la Cultural Leonesa en 2016, en la ida de dieciseisavos de final, y 0-4 esta misma campaña en Melilla, en el dulce debut oficial de Santiago Hernán Solari en el banquillo madridista. Los cinco empates fueron ante Barça (2-2), Valencia (1-1), Olímpic de Xàtiva (0-0), Sevilla (3-3) y Celta (2-2). Frente a los azulgrana y los vigueses, el Real Madrid terminó siendo eliminado.
Las únicas tres derrotas lejos de casa en la Copa desde 2011 se produjeron ante Celta, Atlético de Madrid y Leganés. En la ida de octavos de de la temporada 2012-13, el Madrid cayó por 2-1 en Vigo, pero en la vuelta remontó sin ningún problema (4-0). En la campaña 2014-15, de nuevo en octavos, el equipo merengue perdió en la ida ante los colchoneros (2-0), mientras que en el Bernabéu firmó un empate (2-2) que le dejó fuera del torneo. En la presente campaña, los de Solari perdieron por 1-0 en Leganés, en la vuelta de octavos de final e hicieron bueno el 3-0 de la ida.