Lo advirtió Jack Grealish hace una semana: «En el Etihad nos sentimos imparables». No era un tópico, ni una llamada a la afición, solo era una realidad: el Manchester City solo ha perdido un partido esta temporada en su estadio. El resto, todo victorias y un empate.
Los ‘Sky Blues’ han jugado 28 partidos en su estadio este curso, con 26 triunfos, un empate y una derrota. Una cifra de resultados que avisa a un Real Madrid que necesitará como mínimo empatar -y resolver en la tanda de penaltis- para acceder a la final de Estambul.
Pero Pep Guardiola y los suyos no ceden nada en su campo desde el 31 de diciembre, cuando entregaron un empate ante el Everton, precisamente el equipo al que golearon por 0-3 este fin de semana. Su única derrota de la temporada fue el 12 de noviembre, antes de la Copa del Mundo, contra un gran Brentford (1-2). Estas son las dos veces que el futuro campeón de la Premier ha fallado en casa.
Por el Etihad han pasado equipos que han salido goleados de forma brutal, como el caso del RB Leipzig, que se llevó un 7-0 el día que Erling Haaland anotó cinco goles, el Burnley, que se llevó un 6-0 en la FA Cup, el Copenhague, al que endosaron un 5-0 en la fase de grupos de la Champions League, y el Manchester United, que en el derbi de Mánchester encajó un 6-3.
Su potencia goleadora ha sido descomunal, impulsada por la llegada de Haaland, que ha marcado en el Etihad 35 de los 52 que ha anotado esta temporada, es decir; el 68 % de los goles los ha hecho en casa.
En total, el City ha marcado 95 goles en casa, más de tres por partido, y Haaland ha contribuido de forma directa al 37 % de ellos.