El Real Madrid encarriló los cuartos de final de Copa ante el Espanyol en Cornellà con un gol de Benzema en el minuto 26 aunque, tras resistir una avalancha de ocasiones en la primera parte, los blanquiazules mejoraron y ambos equipos pudieron cambiar el resultado del duelo. El 0-1 oxigena a los de Ancelotti, pero no sentencia los cuartos.
El primer aviso lo dio el Madrid a los cuatro minutos. Ronaldo retó a Sidnei a un uno contra uno, descubrió un espacio y probó el disparo cruzado. Su tiro acabó fuera. La presión era del bloque de Ancelotti y los de Aguirre, que volvía a los banquillos tras cuatro partidos de sanción, esperaban a la contra.
Con este planteamiento, Sergio García creó la mejor ocasión para el Espanyol en el minuto 17. El capitán, tras un pase de Lanzarote, regateó a sus defensores por la banda derecha y puso un balón perfecto a Pizzi en el punto de penalti. El portugués, con tiempo para encarar y chutar, envió la pelota por encima del larguero.
Arbeloa puso un centro que tocó Bale y remató de cabeza Benzema, liberado de su marca. La pelota botó y acabó dibujando una parábola imposible para el portero catalán. El Madrid se creció tras el gol y Ronaldo intentó una chilena en la siguiente jugada.
Ancelotti quería sentenciar la eliminatoria en Cornellà y no bajó el ritmo. Siempre con peligro, los intentos de Cristiano y Benzema ponían en alerta a Casilla. Di María, en el 44, puso a prueba de nuevo al meta anfitrión, ovacionado, de falta directa. De todos modos, los catalanes aguantaron el vendaval hasta el descanso.
La segunda mitad arrancó con el mismo escenario, con el Madrid empujando al Espanyol a su área y los de Aguirre intentando sorprender a la contra. Pudo hacerlo en el minuto 50 en una carrera de Torje. El extremo acabó en el suelo tras cruzarse con Di María, aunque el árbitro no señaló nada.
Los de Aguirre también probaron los reflejos de Casillas. En el 83, Jhon Córdoba controló a la perfección un pase de Sergio García, a la espalda de los defensas, y encaró al portero madridista. El balón se estrelló contra Iker. Los dos metas firmaron una noche para enmarcar.
En los últimos minutos, los locales dispusieron de varios saques de esquina y segundas jugadas que alimentaron la esperanza de la afición de Cornellà, aunque no modificaron el resultado final. El 0-1 da ventaja al Madrid, aunque el Espanyol, como quería, no dice adiós a la Copa del Rey. Falta la vuelta, el próximo martes.