Recibió críticas severas e incluso amenazas de muerte. Fue retirado sorpresivamente del equipo titular y enfrentó todo tipo de vicisitudes durante la Eurocopa.
Con un gol, parecía que Álvaro Morata dejaría todo eso atrás.
Ingresó como suplente en la semifinal del martes, apenas segundos después de que Federico Chiesa había dado la ventaja a Italia a los 60 minutos. Y poco después, el atacante de la Juventus igualó el marcador, al conseguir su tercer tanto en la Euro 2020.
Aparentemente había dejado claro su valor y asegurado su lugar en el equipo. Pero vino la tanda de penales, ésa que convierte a algunos grandes jugadores en villanos.
Y Morata pasó precisamente por esa transformación indeseable.
Envió su disparo a la izquierda del portero Gianluigi Donnarumma, quien se zambulló para tapar.
“Este grupo se merecía más, mucho más”, escribió Morata en Instagram. “Como el de toda España, también era mi sueño. Solo puedo decir que estoy orgulloso de haber formado parte de este equipo. A quien ha creído en nosotros, GRACIAS. El fútbol a veces puede ser muy duro. Viva España”.
Momentos después Jorginho no erró desde los 12 pasos. Ello dio a Italia un lugar en la final del domingo ante Inglaterra o Dinamarca. Los jugadores de España emprenderán un largo regreso a casa.
Morata había comenzado cada partido del certamen continental pese a las críticas por algunas fallas frente al arco. El técnico Luis Enrique dijo que la decisión de prescindir de él para los primeros minutos del duelo ante Italia se relacionó con una lesión.
“Tenía un problema en el aductor y aún así quiso tirar el penalti… Eso dice mucho de su personalidad, porque ha tenido que aguantar situaciones difíciles en esta concentración y ha estado a un nivel bestial”, añadió. “Hoy cuando ha salido ha desconcertado al rival y ha hecho el gol. Un sobresaliente como el resto de sus compañeros”.
Morata, de 28 años, se marchó directamente de la cancha cuando Jorginho convirtió el penal decisivo.
En la conferencia de prensa, Luis Enrique aclaró que no había charlado aún con Morata, quien había acudido al análisis antidopaje.
España no había perdido jamás una semifinal en la Euro o en el Mundial.
Morata no ejecutó el penal en la serie contra Suiza durante los cuartos de final puesto que se le había reemplazado antes.
En la definición ante Italia, Morata no fue el único jugador español que falló. Dani Olmo envió su penal por encima del travesaño, justo después de que Unai Simón había atajado el tiro del centrocampista italiano Manuel Locatelli.
