Quien piense a día de hoy que es necesario tener el balón más tiempo que el rival para ganar un partido de fútbol se equivoca. Así lo demostró el Atlético de Madrid. Y así lo ha estado demostrando durante toda la semifinal y durante los cuartos de final.
Y es que en los últimos cuatro partidos de Champions League, contra Barcelona y Bayern Munich, los rojiblancos no han alcanzado el 28 por ciento de posesión, con una media del 25,5%.
En el encuentro de ida contra el equipo azulgrana la posesión fue del 25,6%.Perdieron en el Camp Nou (2-1), pero jugaron dos tercios del partido con un futbolista menos tras la expulsión de Fernando Torres. En el choque de vuelta, en el Calderón, el dato es aún más llamativo. El equipo del Manzanares se impuso 2-0 habiendo tenido únicamente un 22,8% de posesión, su registro más bajo en las eliminatorias de Liga de Campeones. Dos goles de Griezmann (uno de penalti), certificaron el pase a la siguiente ronda.
Las semifinales contra el Bayern fueron más de lo mismo. El Atlético cedió el balón en la ida y le bastó con el gol de Saúl para vencer 1-0 a los alemanes. Su posesión fue de un 26,2%. El partido en el Allianz Arena registró una cifra algo más alta, 27,4%. No sirvió para ganar (2-1) el encuentro pero sí para pasar de ronda. Tuvo el balón el tiempo suficiente para hacer un gol y lanzar un penalti.
Si por algo se ha caracterizado el Barça en los últimos años es por su acaparación de la pelota. La posesión es suya prácticamente en todos los partidos. Lo mismo ocurre con el Bayern, influido claramente por su entrenador, Pep Guardiola. Una filosofía que no les ha servido de nada frente a los planteamientos del ‘Cholo’ Simeone, que ha encajado tres goles y ha marcado cinco en esos cuatro partidos siendo fiel a su estilo (asegurar su portería primero para atacar después). Tener el balón puede significar disponer de pocas oportunidades de hacer gol, pero el Atlético, las que ha tenido, las ha aprovechado.
