Diego López, portero del Milán que jugó antes en el Real Madrid, se sintió «masacrado» por «alguno» en el conjunto blanco, pero celebra poder tener «la cabeza bien alta», según afirma en una entrevista publicada hoy en ‘La Gazzetta dello Sport’.
«Alguno me ha masacrado, pero yo buscaba solo trabajar por el bien del Real Madrid y ayudar al club», aseguró el gallego, preguntado por los gritos que se escuchaban en el estadio Santiago Bernabéu cuando él ocupaba la portería.
«Puedo seguir adelante con la cabeza bien alta. Dos entrenadores han confiado en mí», defendió el guardameta del Milán, quien precisó que entre él e Iker Casillar «nunca ha habido problemas».
En el equipo lombardo desde agosto, el exmadridista dice sentirse en la mejor etapa de su carrera a sus 33 años, «una edad óptima para un portero» que se siente bien físicamente y que a nivel psicológico tiene «la madurez para afrontar cualquier dificultad».
Al conjunto italiano, López dijo aportar las «ganas de vencer» que harán que «el Milán vuelva a ser grande», aunque sí admitió que «hay muchas cosas que no funcionan» en él, posicionado en el puesto 11 de la Serie A italiana.