Seguramente, alguna vez hayas escuchado decir que la natación es el mejor ejercicio para estar en forma y mejorar tu salud. ¿Por qué surge está afirmación?
Una de las razones es porque nadar es un deporte de bajo impacto. Al contrario de correr o realizar ejercicios pliométricos, que son ejercicios en los que se reproducen movimientos rápidos, explosivos y potentes, al nadar puedes incluir el entrenamiento cardiovascular a tu rutina de ejercicios, sin poner estrés en tus huesos, músculos y articulaciones. Es una gran manera de mantenerte activo y al mismo tiempo cuidar tu cuerpo. Es por esto que los médicos también recomiendan la natación a pacientes con problemas de espalda o en las articulaciones.
La natación es un deporte muy completo, ya que se utiliza la musculatura de las piernas, el tronco y los brazos. Además, aunque es un deporte de bajo impacto, ejercitarte en el agua también genera una resistencia en el agua lo que puede ayudar a formar y mantener músculo.
También es sabido que pasar tiempo en el agua le da a la mente un respiro de la constante sobre estimulación de la vida moderna. Y qué mejor manera de obtener este beneficio mental al mismo tiempo que realizas ejercicio físico y te pones en forma.
Como todo deporte, los beneficios que obtengas dependerán de la intensidad o del volumen de trabajo que realices. Para iniciar un entrenamiento, se recomiendan sesiones de 45-60 minutos 2 o 3 veces por semana, para mejorar tu condición física y salud.
Ahora lo sabes, nadando puedes hacer un trabajo cardiovascular, perder peso y tonificar los músculos sin impacto. ¡Tírate al agua!
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