El goleador fue Eduardo Vargas, pero la figura fue Alexis Sánchez. La Roja retomó varios aspectos positivos de su juego, pero ratificó que el delantero del Arsenal es el que marca la diferencia, tanto en el trámite como en las jugadas claves. Chile derrotó 3-0 a un Perú sin muchas luces, recuperando la memoria del equipo que fue en las Eliminatorias.
La Roja tuvo problemas para encontrar su fútbol. La presión que los volantes peruanos ejercían sobre Díaz, Aránguiz y Vidal, complicó el funcionamiento y el cuadro de Bengoechea aprovechó para hacer daño, sobre todo por la izquierda de la defensa nacional, donde Rojas debía lidiar con Advíncula, Carrillo y Ascues.
Vidal lo tuvo después de una gran jugada de Sánchez (20′), que cuando se retrasó unos metros Chile mejoró y mucho. Pero justo vino el penal de Perú. Mal parado el fondo, centro atrás y Beausejour derriba a Carrillo. Paolo Guerrero frente al balón y el invicto de Claudio Bravo que no cae, ya que el delantero desvía pegado al poste izquierdo del portero de Barcelona.
De ahí en más, Chile despertó liderado, nuevamente, por Alexis Sánchez. El hombre de Arsenal bajó unos metros, condujo, movió los hilos, desordenó a la defensa peruana y puso una asistencia perfecta para Eduardo Vargas, que no había aparecido en la dinámica del partido, pero que se movió justo en diagonal para recibir de frente y definir de aire ante la salida de Raúl Fernández (28′).
La ventaja catalputó a la Roja, que encontró espacios para profundizar, pero sobre todo recuperó la famosa presión alta. Rojas quita un balón en campo rival y la falta sobre Vargas genera el 2-0. Tiro libre de Aránguiz, errores en la marca y Gary Medel entra destapado, y habilitado, toca apenas el balón con la cabeza y pone el 2-0 (34′).
Y mientras Chile crecía, Perú perdía el control. Rinaldo Cruzado le pega un codazo a Medel y la roja lo manda al camarín (39′), mismo destino del ‘Pitbull’, que no paró de sangrar y debió abandonar. Su lugar lo ocupó Francisco Silva (44′).
El volumen ofensivo creció y una combinación entre Alexis e Isla terminó con un centro atrás del ‘Huaso’ y una volea seca de Vargas que terminó en el fondo del pórtico (54′). Eran los mejores momentos de Chile, con Sánchez moviéndole libre y Vidal ocupando su lugar en ofensiva. Ese movimiento fue una de las claves del cuadro de Sampaoli.