
Celia Lucía Icuté González superó la adversidad de dejar la gimnasia por una lesión y encontró en el taekwondo una forma de expresar la mejor versión de sí misma para sobresalir en un deporte individual.
A sus 17 años Lucía es uno de los talentos emergentes en la disciplina del poomsae y que entrena bajo el cobijo de la Federación Nacional de Taekwondo.
Lucía cuenta que su meta más importante del año es clasificar y hacer un buen papel en los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025, además de los Juegos Centroamericanos a realizarse en Guatemala en octubre próximo.
En su corta trayectoria, Lucía tiene entre sus mejores logros la medalla de bronce en el Campeonato Panamericano en Rio de Janeiro, Brasil; el oro en el Open G2 en Quito, Ecuador y el oro en el Campeonato Nacional 2024, todos en la especialidad de freestyle.
Ataviada en su dobok de entrenamiento, Lucía aceptó sonriente la entrevista con CDAG en la sede de la Federación en la zona 13 y habló sobre las similitudes de su historia con la de Adriana Ruano, expresó quienes son sus referentes y las peculiaridades del poomsae.
Las lecciones de la gimnasia
Lucía cuenta que el primer deporte que practicó y que empezó a moldear su disciplina, fue la gimnasia.
“Mi mamá decidió probarme en ese deporte en un curso de vacaciones, porque veía que yo era muy expresiva”, recuerda Lucía al mismo tiempo de confesar que desde esa época admiraba a las gimnastas olímpicas Simone Biles y Gaby Douglas.
Sin embargo, cuando tenía 13 años una lesión la privó de seguir entrenando, en un momento que Lucía califica como el más difícil en su vida.
“Dejé el deporte por un año y fue muy duro porque era la disciplina que había hecho desde pequeña, le había dedicado mucho tiempo y tenía muchas metas”, admite.
En la transición para superar ese infortunio, Lucía se sintió motivada por su hermana, quien por el gusto por las artes marciales se metió a entrenar taekwondo: “La acompañaba a los entrenos y poco a poco me fui involucrando”, cuenta.
Lucía relata que, en 2021, casi a sus 15 años, tuvo sus primeras clases de prueba con el entrenador de la selección nacional de poomsae, David Siliezar.
“Tomé el cambio de deporte de forma positiva. Aprendí rápido los elementos obligatorios del freestyle y le tomé el gusto”, afirma.
Al mirar hacia atrás, Lucía admite que se identificó con la historia de la medallista olímpica en París 2024, Adriana Ruano, quien en sus inicios pasó de la gimnasia al tiro.
“Para mi desarrollo, fue esencial haber pasado por la gimnasia. Fue un deporte que me ayudó con la acrobacia que se requiere para el poomsae, como base para lograr nuevos elementos y para romper los miedos”, reconoce.
Su desarrollo en el alto rendimiento
Un día de rutina para Lucía empieza de cinco a siete de la mañana, con entreno de fuerza y resistencia en el CENAD.
Luego descanso en casa y en la tarde sesión de entrenamiento técnico en la Federación.
“En el taekwondo es muy importante enfatizar en la fuerza, la expresión y la resistencia. Pero también el buen descanso, la buena alimentación y un enfoque positivo en la parte mental”, complementa Lucía.
Con más detalle, habla sobre su gusto por el poomsae: “lo que me atrapó fue que en cada ejecución estoy al centro de todos, puedo enfocarme y controlar mis elementos”.
Lucía también se refiere al privilegio de compartir rutinas con Alejandra Higueros, Top 5 del ranquin mundial y figura del poomsae en Guatemala: “es bonito entrenar a la par de ella. A pesar de ser un país pequeño, nos damos cuenta de que las metas y los sueños se pueden lograr”.
Y, por si fuera poco, Lucía es dirigida por su hermana Andrea, una de sus entrenadoras: “sé que ella me quiere ver triunfando y por eso me exige y a la vez se siente su buena vibra”, afirma.
Desafíos para afrontar
Dentro de los eventos fundamentales del año, Lucía detalla: “la prioridad es buscar la clasificación a los Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025, a los que aspiro tener un buen resultado. Y por supuesto ganar medallas en los Juegos Centroamericanos”.
Con respecto a su máxima ambición, afirma: “quiero competir en un Campeonato Mundial y ser campeona”.
Con humildad y madurez, Lucía habla sobre las claves para llegar al éxito: “Hay que llevar el deporte bajo control, porque tenemos muchas opciones viajar al extranjero, no se trata solo de ir a conocer los lugares, sino en enfocarse en los objetivos deportivos”.
Y añade: “antes de cada competencia me enfoco en hacia donde quiero llegar, progresivamente con las competencias de menos nivel y luego las más importantes”.
Con respecto a su logro más preciado, Lucía rememora: “la experiencia que más me ha llenado fue el bronce ganado en el Panamericano del año pasado. Me sentí muy feliz cuando vi en la pantalla mi nombre”, resaltó.
Finalmente, cuenta sus sensaciones de representar a Guatemala como atleta de taekwondo: “Lejos de sentir presión, trato de disfrutar la competencia y entender que no solo es mi nombre, sino el de mi país el que estoy representando. Y aunque seamos pequeños, podemos ser potencia”.
