Damar Hamlin está recuperado, y eso es lo suficientemente inspirador para permitir que el entrenador Sean McDermott y los Bills de Buffalo se concentren en el futuro inmediato en lugar de un pasado emotivo mientras se preparan para recibir el domingo a los Bengals de Cincinnati en el partido de ronda divisional de la Conferencia Americana.
En cuestión de tres semanas, los Bills, y también los Bengals, han pasado de tener que cancelar su partido después de que Hamlin sufriera un paro cardíaco y tuviera que ser reanimado en el campo en Cincinnati, a verse reconfortados por la notable recuperación del safety.
“Creo que los chicos están en un buen momento”, dijo McDermott el miércoles al señalar que Hamlin ha realizado visitas regulares a las instalaciones de los Bills esta semana.
“A medida que continúa mejorando, creo que eso ciertamente ayuda”, agregó. “Esa experiencia, la llevaremos con nosotros, y hay un desafío para eso. Pero también hay mucho bueno que viene de eso. Y creo que ahora tenemos que centrarnos en lo positivo”.
Los aspectos positivos son numerosos, y comienzan con el regreso de Hamlin a casa una semana después de ser dado de alta del hospital. También está la avalancha de apoyo que Hamlin recibió tras su repentino colapso.
Y McDermott cree que el paso del tiempo, y la oportunidad de volver al campo para jugar los dos fines de semana siguientes, ayudó a aliviar cualquier residuo emocional que él y sus jugadores sintieron.
“Compartí esto con mis hijos el domingo después del partido de Nueva Inglaterra porque fue cuando tuve la oportunidad de calmarme”, dijo McDermott, luego de la victoria 35-23 sobre los Patriots hace dos semanas.
“Cuando puedes pasar 48 años en la vida sin tener una experiencia como esa, y luego sucede, sabes que Dios es real”, añadió. “Y sabes que hay poder en la oración y que los milagros ocurren”.
McDermott dijo que Hamlin no está asistiendo a las reuniones del equipo, sino que está dando lo que llamó “un paso de bebé a la vez” para restablecer una rutina normal “sólo metiendo los pies y poniéndose en camino para ser él mismo de nuevo”.
El ambiente esta semana en Cincinnati era igualmente optimista. Los Bengals también se quedaron atónitos al ver a Hamlin desplomarse tras hacer lo que parecía un derribo rutinario al receptor Tee Higgins en el primer cuarto.
“Ver a Damar cada vez más sano a medida que pasa el tiempo y ver dónde terminó, siempre va a haber una fuerte conexión entre estas dos organizaciones, y eso es algo bueno”, señaló el entrenador Zac Taylor.
Ahora se trata de dos equipos que se unieron en el campo y en los vestuarios en un momento de crisis al acordar que el partido de la semana 17 no podía continuar, esencialmente retomándolo ahora donde lo dejaron. En lugar de tener el primer puesto de la Conferencia Americana pendiendo de un hilo como se suponía que iba a ser el 2 de enero, lo que está en juego es incluso mayor.
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El periodista de The Associated Press Mitch Stacy en Cincinnati contribuyó a este despacho.