Los tres equipos rebeldes que permanecen en la Superliga europea de fútbol, Barcelona, Real Madrid y Juventus, intensificaron sus críticas a la UEFA el sábado y denunciaron que reciben amenazas intolerables por negarse a ceder en la perspectiva de una competencia aparte.
Los otros nueve clubes que conformaron la malhadada Super Liga hace tres semanas aceptaron el viernes que UEFA les aplique una multa para continuar en la estructura abierta de la Liga de Campeones.
“Lamentamos profundamente que nuestros amigos y socios fundadores del proyecto de la Super Liga se encuentren inmersos en una postura incoherente -e inconsistente- tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA”, dijeron Barcelona, Real Madrid y Juventus en un comunicado conjunto.
“Tenemos el deber de actuar con responsabilidad y de perseverar en la búsqueda de soluciones, pese a las inaceptables presiones y amenazas que continuamos recibiendo de UEFA”.
Los tres podrían quedar excluidos de la Liga de Campeones en el proceso disciplinario iniciado por UEFA porque se niegan a desconocer la Super Liga y reintegrarse al sistema existente.
“Los clubes fundadores de la Super Liga han recibido – y continúan recibiendo – presiones, amenazas y ofensas para que abandonen el proyecto y su responsabilidad y derecho de aportar soluciones al ecosistema del fútbol a través de propuestas concretas a través del diálogo constructivo”, dice el comunicado. “Esto es inaceptable en un estado de derecho”.
El proyecto de la Super Liga se derrumbó cuando seis clubes ingleses —Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester United, Manchester City y Tottenham— se retiraron ante la furiosa reacción adversa de los fans y del gobierno británico. Los clubes de la Liga Premier juntamente con Atlético Madrid, Milan e Inter han acordado oficialmente con UEFA que participarán solamente en las competencias europeas existentes y cederán el 5% de su recaudación durante una temporada europea.
“Somos plenamente conscientes de la diversidad de reacciones, en muy diversos ámbitos, que ha producido la iniciativa de la Super Liga y, en consecuencia, de la necesidad de reflexionar sobre los motivos que han generado dichas reacciones y reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario”, dijeron los tres clubes que permanecen en el proyecto. “Sin embargo, incurriríamos en una grave irresponsabilidad si, siendo conscientes de las necesidades y crisis sistémica del sector del fútbol, circunstancia que nos llevó a anunciar la Super Liga, abandonáramos nuestra misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles y respuestas a las cuestiones que amenazan al fútbol”.
