Arsene Wenger no se olvida de Benzema. El entrenador francés quiere tenerle en su Arsenal y tiene 65 millones reservados para tratar de hacerse con los servicios de su compatriota. El club inglés ultima una estrategia para lanzarse a por Benzema, aunque el propio Wenger es consciente de las dificultades de la operación.
El Arsenal quiere reforzarse con un delantero de primer nivel y un central. Y Karim está en la primera fila de la lista. Wenger juega al despiste cuando habla de Benzema porque forma parte de su estrategia. Pero entre bastidores está gestando la ofensiva. El francés ha dado orden de priorizar su fichaje. Los técnicos del Arsenal barajan otros nombres, aunque no moverán ficha hasta quemar todos los cartuchos por Benzema.
“Hay un mil por ciento de posibilidades de que continúe en el Real Madrid”, dijo Wenger hace una semana haciendo suyas las palabras del agente del francés. Pero sus declaraciones públicas están más encaminadas a desviar la atención.
En el trasfondo está la necesidad, casi perenne, del Arsenal por un nueve de garantías. Desde que se fueron Henry y van Persie, Wenger no acaba de dar con un ariete estelar en los gunners. El curso pasado fue el exculé Alexis Sánchez quien le dio 16 goles desde la banda o entrando como segundo punta. Ahora mismo el delantero titular es Giroud, francés como el técnico y como Benzema, pero que no termina de romper (en la 2014-15 firmó 14 goles) y que ya tuvo un encontronazo serio con su técnico. En febrero de 2014 se vio salpicado por una enorme polémica en Inglaterra cuando The Sun le cazó en una infidelidad (está casado) con una modelo gala en el hotel de concentración del Arsenal la noche antes de un choque con el Crystal Palace. Un incidente que molestó enormemente a Wenger hasta el punto de que le multó con 300.000 euros por saltarse el código de disciplina del club.
