Si los Rockies de Colorado estuvieran en los Juegos Olímpicos, sus noches serían más cortas.
El béisbol olímpico, que comenzó el miércoles, tiene algunas diferencias notables con las Grandes Ligas.
Una de las más destacadas es la regla del marcador abultado, que le ahorraría algunas entradas a los Rockies. Un partido se da por concluido cuando un equipo pierde por al menos 10 carreras luego de siete entradas. Eso habría acortado el triunfo de Colorado 12-2 sobre Filadelfia el 25 de abril, su derrota 12-0 ante San Francisco al día siguiente y su victoria 13-8 ante Cincinnati el 13 de mayo.
La Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol implementó la medida para todas las rondas salvo para las de medallas. El último out también se produce cuando un equipo gana por 15 luego de cinco episodios.
El béisbol olímpico es volver a la era previa a la invasión de las estadísticas analíticas. No hay MLB Statcast, por lo que no se analizan las rotaciones de la esférica, la velocidad de salida o el ángulo de impacto.
“Básicamente, no teníamos nada”, dijo el tercera base del equipo estadounidense, Todd Frazier, después de que el equipo logró su lugar para el torneo. “No teníamos video. No había proceso analítico. Fue ‘toma tu bate y trae tus cosas’”.
A continuación, algunas de las mayores diferencias.
— VETERANOS y EXESTRELLAS. Jacob deGrom no está en los Juegos Olímpicos, que son únicamente para peloteros que no pertenecen a un roster de 40 peloteros de Grandes Ligas. E incluso así, algunos que técnicamente son elegibles no recibieron el permiso de sus equipos. Matthew Liberatore, un zurdo en Triple A de San Luis estuvo con Estados Unidos en el preolímpico, pero no se le permitió viajar a Japón por temor a que alguna lesión en el club de las Grandes Ligas le abra la puerta a un posible ascenso. Las plantillas tienen un aire clásico. Edwin Jackson y David Robertson están con Estados Unidos. El orden al bate de República Dominicana el miércoles contaba con José Bautista, Juan Francisco y Emilio Bonifacio. Y Masahiro Tanaka es parte de la rotación de los locales.
— MÁS CORREDORES. La radical regla de colocar a un corredor en segunda base al inicio de cada entrada adicional es aun más extrema: hay corredores en primera y segunda. MLB y el sindicato de peloteros implementaron la medida el año pasado por la pandemia y el comisionado, Rob Manfred, señaló que podría anularla al final de esta campaña.
— EL TIEMPO CORRE. Se utiliza un reloj de 20 segundos entre lanzamientos cuando no hay corredores en base, similar a los que se usaron en Doble A y Triple A en 2018.
— SIN TIEMPO PARA CELEBRAR. Hay limitaciones a las felicitaciones y al contacto físico. Los coaches no pueden felicitar a un pelotero que rodea las bases. Los compañeros no pueden tocar a un corredor hasta que haya pisado el plato.
— POCAS VISITAS. Coaches y manager podrán hacer tres visitas al montículo por encuentro sin realizar un cambio de lanzador, y un viaje adicional por cada tres innings adicionales. También hay un límite de tres pausas con bateadores o corredores.
— SIN CHOQUES. Las colisiones en el plato por parte del corredor, están prohibidas.
— SALUDOS A LOS ASTROS. “El uso de dispositivos electrónicos está prohibido durante los juegos. Ningún dispositivo electrónico como celulares, laptops, tabletas, cámaras de video, walkie-talkies, debe usarse para comunicarse con personal dentro del campo, la caseta, el bullpen, el camerino o las gradas. La única excepción es el uso del teléfono para comunicarse entre la caseta y el bullpen, y dicho dispositivo debe ser preaprobado por la WBSC”