Ancelotti ha necesitado 17 partidos oficiales (13 de Liga y cuatro de Champions) para empezar a definir su apuesta por un once-tipo. Donde había manejado más dudas es en la medular, donde han ido desfilando Modric (14 titularidades), Khedira (14) e Illarramendi (7), incluyendo los experimentos estrambóticos de Sergio Ramos en el Camp Nou y de Di María en Vallecas. Casemiro sólo tuvo una presencia testimonial (unos minutos ante el Granada y ante el Athletic). También ensayó con Isco de mediocentro en Los Cármenes (0-1), pero nunca más repitió esa apuesta.
Ahora sí. La vuelta a los terrenos de juego de Xabi Alonso, tras cinco meses de baja, ha cambiado todo. Tanto en Turín, ante la Juventus, como el sábado ante la Real, ha quedado definido el trío por el que Ancelotti parece que va a basar desde ahora la sala de máquinas de su equipo: Xabi-Modric-Khedira. En el primer tiempo se vio la enorme influencia del guipuzcoano en la mejora del juego. El Madrid llegó a firmar una posesión del 91%, perdiendo sólo tres balones en esos 45 minutos en los que se cimentó la goleada.
Xabi dio 8 pases a Modric, 7 a Khedira, 6 a Cristiano, 6 a Varane… Además, recuperó ocho balones y sólo perdió uno.
Como dijo Ancelotti tras el 5-1, “Xabi ve el juego antes, se anticipa. Para nosotros es muy, muy importante”. Carlo frenó por fin la búsqueda.
