Una ambientalista interrumpió la semifinal del Abierto de Francia que disputaban el viernes Casper Ruud y Marin Cilic, al atarse a la red con alambres metálicos y pegamento, mientras se arrodillaba en la cancha.
La mujer vestía una camiseta que decía en inglés: “Nos quedan 1.028 días”.
El encuentro se interrumpió durante 13 minutos, cundo el noruego Ruud estaba al saque y tenía una ventaja de 3-6, 6-4, 4-1 y 15-0 en la cancha Philippe Chatrier.
“La joven francesa ingresó en los terrenos con un boleto válido en la jornada”, informó la Federación Francesa de Tenis, en un comunicado, luego que Ruud se impuso en cuatro sets para llegar por primera vez a una final en un torneo del Grand Slam.
Enfrentará al español Rafael Nadal 13 veces monarca de Francia, en la final del domingo.
La manifestante permaneció en la cancha durante varios minutos, mientras cuatro guardias de seguridad se le aproximaban, la desataban de la red y se la llevaban.
“El cuerpo de seguridad necesitó identificar formalmente los objetos que ella portaba cuando entró a la cancha, antes de retirarla”, explicó la Federación. Añadió que la activista fue “entregada a la policía”.
Amelie Mauresmo, directora del torneo, miró desde cerca de la entrada a la cancha, y ambos tenistas fueron llevados a los vestuarios durante el incidente.
“No sabía realmente cómo reaccionar a esto… Y tampoco sabía si ella portaba algo”, dijo Ruud. “No pude ver mucho, así que fue una situación un poco rara y difícil. Nunca antes me había pasado”.
Eventualmente, Ruud y Cilic volvieron. Se les dieron tres minutos para calentar antes de que reanudaran la semifinal.
El croata Cilic negó que la interrupción hubiera afectado su nivel de juego.
Ha habido otras interrupciones de partidos por parte de aficionados en la historia de la Philippe Chatrier.
Durante la final de hombres en 2013, un hombre sin camisa ingresó con una bengala encendida. En el encuentro por el título de 2009, un sujeto se acercó a Roger Federer y trató de colocarle un sombrero.
Y en la final de 2003, un desnudista saltó la red.