Ousmane Dembélé llegó al Barcelona como recambio de Neymar a cambio de una suma de dinero verdaderamente importante, 105 millones de euros sin tener en cuenta las variables. Sin embargo, las lesiones han impedido que el futbolista participe en las alineaciones de Ernesto Valverde con regularidad y por ello sólo ha disputado 395 minutos en lo que va de temporada (jugó otros noventa minutos en la Supercopa alemana con el Borussia Dortmund).
Además, en el programa de radio dejan caer que hace demasiada vida nocturna, lo que tampoco le beneficiaría. A sus problemas se suman la reciente separación de sus padres y que le cuesta entenderse con sus compañeros, a pesar de que mantiene buena relación con sus compatriotas Samuel Umtiti y Lucas Digne.
Sin embargo, ayer, ante el Atlético de Madrid, Ernesto Valverde le hizo calentar, aunque no contó con el once azulgrana. El extremo esperaba entrar, ya que al final del partido los rojiblancos dejaron suficientes espacios, pero el técnico no dio la orden y según los enviados de El Larguero el futbolista llegó a estar parado sin hacer nada en la banda alrededor de cinco minutos, gesto que le reprochan. Por último cuentan que todavía necesita tiempo para adaptarse y que desde la directiva culé confían en que cambie la situación y se vea el verdadero nivel de Dembélé.