El libreto estaba claro de antemano. Había quedado de manifiesto, incluso, en el partido de ida. Atlético de Madrid iba a jugar su partido ante Bayern Múnich. Sin complicarse. Defendiendo bien y buscando con intensidad de contragolpe. Así había logrado imponerse 1-0 en el duelo de ida. Y así saldría a buscar sellar su clasificación a la final de la Champions League.

 

Bayern Múnich salió a jugar sus cartas. Era su juego ultraofensivo contra el orden y la rigurosidad de los colchoneros. Y la desventaja del primer partido hizo que los alemanes lo buscaran desde el primer instante. El primer tiempo, de hecho, terminó siendo un monólogo de ataques constantes e incesantes de los de Josep Guardiola.

Lo intentaron y se pusieron en ventaja. Después de 30 minutos ante un rival acorralado, Xabi Alonso abrió la cuenta con un tiro libre. Y la suerte pudo estar de su lado cuando, a los 35′, Jan Oblak le atajó un penal a Thomas Müller.

La incidencia marcaría un antes y un después en el partido. Bayern siguió atacando, pero la intensidad no volvió a ser la misma. Menos en el segundo tiempo, cuando el reloj comenzó a presionar a los locales, que se impacientaron al no poder superar la férrea defensa dispuesta por Diego Simeone. El ímpetu ofensivo, además, generó espacios, siempre bien aprovechados por los rojiblancos. Un despeje de la zaga madridista terminó en una rápida combinación entre Griezmann y Torres. El español, con un toque, dejó mano a mano al francés. Tranquilidad y gol. Empezaba otro partido.

El empate golpeó a los germanos. Y aunque no amilanó sus intenciones, sí puso muy cuesta arriba la remontada. La paridad obligaba a Bayern a anotar tres goles para acceder directo a la final del torneo. Los españoles, mientras, crecieron con el empate e intentaron manejar las acciones cuando los dueños de casa todavía no se reponían del golpe.

Los más de 70 mil fanáticos presentes en el Allianz Arena, sin embargo, hicieron su tarea y levantaron al equipo en el último tramo del encuentro. Guardiola reemplazó a Douglas Costa por Coman y su equipo volvió a tener profundidad. Y a quince del final, Arturo Vidal cedió un centro de manera notable para Lewandowski, que marcó el 2-1 y le dio un cierre de infarto al compromiso.

Los últimos minutos tuvieron de todo. Un Bayern que recuperó las ideas en ataque y volvió a acorralar a su rival. Y un Atlético de Madrid que encontró una ocasión inmejorable a cinco del final con un penal, atajado de buena manera por Manuel Neuer y que tuvo a Oblak atajando hasta lo imposible, como a los 89′, cuando despejó desde la línea un remate de David Alaba.

Atlético de Madrid hizo su partido y obtuvo réditos. Cayó 2-1, pero es el primer finalista de la presente edición de Champions League. Arturo Vidal y Mayern Múnich tendrán que esperar otra oportunidad. El muro de Simeone flaquea, pero no se cae.