«Tyson»: Lloré de cólera por el racismo

El Diario Diez de Honduras publica esta nota relacionada con Milton Omar el «Tyson» Nuñez, integrante de la Universidad de San Carlos,

Eran las 5:00 de la tarde en ciudad Guatemala, la noche se acercaba y todo parecía indicar que iba a ser fresca, el tráfico es parecido al de Tegucigalpa. Esperaba a Tyson Núñez en un hotel de la capital chapina, apareció en su auto color negro y deportivo.

«Hermano, cómo estás, es un placer que estés en Guatemala», fueron las primeras palabras del emblemático Tyson. Nos trasladamos por la ciudad, platicamos un poco mientras manejaba.

Nos contó todo lo que ha sufrido con el tema del racismo, cuándo piensa retirarse del fútbol y qué piensa del equipo de Luis Fernando Suárez que busca un boleto para el Mundial de Brasil.  

¿Cómo te sentís ahora que estás radicado en Guatemala?

Me siento como que estuviera en Honduras, como en mi casa, pero con otra bandera. Desde los inicios de mi carrera este fue mi primer país en el extranjero. La gente ha sido muy amable conmigo. Este país me ha dado muchas satisfacciones.

¿Cómo transcurre un día normal para vos?

Normalmente entreno en la mañana, luego me voy a mi casa, veo televisión, escucho música, no me despego de mi celular. Visito a mis amigos aquí en Guatemala, tengo muchas amistades dentro y fuera del fútbol.

¿Después de tanto tiempo fuera del país, ya no tenés problema con la comida, me imagino?

Con la comida nunca me he complicado. Uno tiene que buscar comer lo que normalmente comes en tu país de cualquier forma. Yo como soy bien arrocero no tengo problema. Aquí en Guatemala tengo una señora bien catracha que me hace unas buenas baleadas.

Hablando de fútbol. Hace poco te vi haciendo un gol de chilena.

Ja, ja, ja. Pero ya no me salen tan seguidas como antes. Este último año he jugado en una posición que antes no lo hice cuando tenía menos edad. Ya no tengo la misma velocidad de antes, pero sé manejarme dentro del campo. Cuando entro al área siempre voy decidido a anotar. Me salió ese gol de chilena, no era la primera vez, pero es muy raro que esas jugadas salgan. Mis amigos me dicen que ya no haga más chilenas porque me puedo quebrar.

¿Cuántos goles de chilena en tu carrera?

Tres o cuatro. No se me olvida la de Panamá en la eliminatoria rumbo a Corea y Japón.

¿Y aquí sos tan famoso como en Honduras?

Soy el mismo Tyson aquí en Guatemala como en Honduras, con algunas cosas adversas, pero la mayoría de la gente me trata bien.

Decís que te tratan bien, pero en Honduras todos sabemos que te ha tocado sufrir ataques racistas.

El racismo es un tema que debemos abordar todos. Hay que trabajar en los valores morales de los que vienen creciendo. Para algunos es diversión tratarme diferente por mi color y eso no lo voy a permitir. El racismo es vetado. Todos estamos luchando en contra de eso. El racismo es agresión.

¿Te han agredido?

Sí. Pero qué puedo hacer al respecto si es algo que también me pasó en mi país. Sucedió en Copán cuando jugaba en Marathón. La afición del Savio me gritaba como que si yo fuera un simio cada vez que agarraba la pelota. Aquí en Guatemala también lo han hecho. Lo peor es que yo no vivo en la selva, yo soy negro de playa, ja, ja, ja. 

¿Te ha dolido? Claro. Es incómodo, pero ya las entidades gubernamentales se han metido en el tema. Me han llamado varias organizaciones que luchan contra el racismo.

¿Has llorado por ese tema?

Sí. Lloré de cólera cuando me atacaron de forma racista en Heredia (Guatemala). Me tiraron aceite y a Gilberto Yearwood, que era nuestro entrenador, también le tiraron piedras. Lloré de impotencia porque nunca había vivido ese tipo de estupideces. Lo peor es que la gente que me atacó seguramente después te quieren abrazar y yo por eso no me dejo dar un abrazo de nadie.

¿Caminas a la defensiva ahora?

Sí, lo hago. No sé con lo que me van a salir en los estadios o en la calle. Ni en Uruguay me pasó, allá me respetaron. En este mundo hay quienes te aman, pero otros te odian.

¿Ya pensaste en el retiro por culpa del racismo?

No, porque estando dentro puedo luchar en contra del racismo