Taekwondo afronta el reto panamericano

Dos meses después de la última aparición internacional (desde el clasificatorio olímpico realizado en marzo pasado), la selección de taekwondo tiene en la mira el Campeonato Panamericano y el Open Panamericano Internacional a celebrarse en la ciudad de Querétaro, México la próxima semana.

Los atletas María Ordóñez (-46) Rosario Bonilla (-49), Yuliana Pedroza (-57), Lucía Abadía (-57), Francisco Palacios (-58), Guillermo Rodas (-74), Nelson Acajabón (-54), Julio Flores (-63) y Andrés Zelaya (-68) están listos para un nuevo desafío en el que esperan salir bien librados.

Al mando de los entrenadores José Luis Ramírez (de nacionalidad mexicana) y Saúl Lorenti, la delegación se trasladará a terrotorio mexicano el próximo lunes.

La primera competencia en la que verán acción Bonilla, Pedroza, Abadía, Palacios, Rodas, Acajabón, Flores y Zelaya será el Panamericano catalogado como G2 por la Federación Mundial de Taekwondo (WTF), el miércoles 8 y 9 de junio.

Luego en la misma sede, el Polideportivo de la Universidad de Anahuac, los 8 atletas además de la juvenil Ordóñez subirán al tatami para disptar el Open Internacional (11 y 12 de junio) que otorga 20 puntos para el ranquin mundial y es promovido por la Unión Panamericana de Taekwondo (PATU).

“Desde el año pasado con la lesión de Elizabeth Zamora, sabíamos que la clasificación era difícil. Sin embargo nos preparamos lo mejor posible para alcanzar el objetivo y por diversas circunstancias no se logró”, analizó Ramírez que al mismo tiempo aseguró “no podemos dar pausa a los muchachos, menos en un deporte de combate como este. Lo importante es darle fogueo y que tengan la posibilidad de sumar puntos”.

“Incorporamos a Rosario (suple a Zamora en la división -49 kilos) y Yuliana (coincide en la misma división que Abadía) para seguir el proceso. Eso nos conviene para tener competitividad y crecer dentro del grupo”, añadió.

Al Panamericano acudirán varias de las figuras del continente que ya tiene boleto asegurado para la cita olímpica, por lo que el espectáculo está asegurado.