Sergio Ramos jugará el Clásico y luego decidirá si se opera o no

Ramos volverá a infiltrarse para poder estar en el Clásico el próximo 21 de noviembre. Después decidirá si se opera de su hombro izquierdo o no. Ayer pasó pruebas en el Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, que confirmaron que la articulación sigue dañada aunque no de forma grave. El capitán acudió acompañado de Jesús Olmo, jefe de los servicios médicos, con el que no tiene buena relación. Pero el que se está encargando de su lesión es Mikel Aramberri, al que fichó Olmo para el Madrid el pasado verano, y que es un experto en todo lo relacionado con los hombros y las rodillas.

Tras el Clásico, que a día de hoy es la prioridad del jugador (sólo se perdió dos Madrid-Barcelona de 34 posibles), deberán decidir qué hacer. Seguir con el tratamiento conservador (que hará estos diez días) o operarse. Al jugador no le gusta la idea de pasar por el quirófano, porque supone estar de baja un periodo que puede extenderse de dos a tres meses. Es decir, si se operase después del Clásico, volvería en enero o febrero.