Que vuelen las Aguilas

El triunfo de las Aguilas de Filadelfia sobre los Patriotas de Nueva Inglaterra es uno de las emociones más grandes con las que me ha saturado el deporte. Fue un 41-33 que no solo resonó en mi cabeza como gong de Campana de la Libertad, trompa de Oso Hormiguero o gradas míticas de Rocky, sino electrizó el final de la temporada para un equipo que ganaba por primera vez el Tazón grande de este deporte de emparrillado que está hecho para gozarse por televisión.

Esa Caja Boba que nos describe con fina ironía Andrés Zepeda, tiene un juego perfecto, que no por las porristas que adornan esta página o las páginas de Antorcha. El diseño del juego, la táctica infinita pero lo impensado de los gestos deportivos arremolinados como molotera tras el ovoide son un aperitivo del entretenimiento que tejen como un monstruo de mil telarañas, con jugadas y engaños para todos los gustos. Afuera con frío glacial característico de Minnesota y adentro el calor de los Patriotas que se han convertido en Dinastía, tan odiada y querida como las de Dallas, no tan apabullante como la de los Yanquis, pero con un brazo derecho destinado al Salón de la Fama, el de Brady. Trece años antes habían destrozado el vuelo del Aguila los mismos de Nueva Inglaterra, en el 2005 fue un 24-21 doloroso, que perpetuaba la inoperancia de Fili para convertir en trofeo máximo a la Ciudad del Amor.

Esta vez no sería igual, la anotación del final del medio tiempo, pase de una yarda del Ala Cerrada Burton hacia su mariscal Foles colocaba un 22-12 que establecía 2 anotaciones de diferencia. Todo siguió con esa tónica de los grandes juegos, golpe a golpe hasta que llegó la jugada que calmó los ánimos, que aplacó el planeo del Aguila hasta nuevas alturas, Un año más tarde aun se cuelgan las manos del teclado al recordar la recepción de Ertz, electrizante, al pase de Foles que se convierte en touchdown a 2.21 de terminar el partido. Eran solo 5 puntos de ventaja y detener a Brady siempre será una pesadilla, los momentos decisivos son terribles, terroríficos, es el Cuarto del Terror. Pero detuvo el muro de Aves con Alas Desplegadas. Allí ya no hubo más que conectarse con esa maravilla que es el whatsapp con esa colonia de recuerdos chapines en el Corazón de Fili, con Frankie Aura Rony Aly Grace Ralph Jeanny, con esos recuerdos del alma que aderezan los juegos y lo hacen sentimiento.

Mañana empieza la defensa del título, se metieron como con fórceps y no como hace una temporada cuando fueron la mejor marca de la Nacional, esperemos que salgan del cascarón y empiecen la glamorosa remontada a las alturas del bicampeonato, pero para ello habrá que pasar primero sobre los hambrientos, gracias a quienes ingresaron a esta ronda de emociones fuertes. Estén como estén, que vuelen siempre Aguilas Reales.