Mateo Llarena vuelve a lucirse en Europa

Una de las pistas más difíciles del mundo, conduciendo bajo un clima que no fue amigable, el piloto Mateo Llarena (Grasser Racing Team) logró superar todos los inconvenientes y finalizó con éxito las CrowdStrike 24 Horas de Spa, segunda fecha del GT World Challenge 2024, que este año celebró su centenario.

Bélgica, netamente el trazado de Spa-Francorchamps, se convirtió durante esta semana en la casa de Llarena, quien junto al equipo austriaco GRT Racing Team, se prepararon para enfrentar una de las carreras de resistencia más difíciles e importantes del mundo: las 24 Horas de Spa, que sin duda alguna está al nivel de las 24 Horas de Daytona, Estados Unidos, y las 24 Horas de Le Mans, Francia.

Una competencia en la cual iniciaron 66 autos, de 9 fabricantes, con 240 pilotos de todo el mundo distribuidos en los diferentes equipos, y 24 horas de competencia continua. Ese fue el marco que enfrentó Llarena este fin de semana, y en el cual superó con éxito todos los contratiempos, para finalizar la carrera en el puesto 7 de la categoría Silver (división para jóvenes pilotos en desarrollo) y 37 de la general.

Mateo, quien actualmente es miembro del Young Driver Program, de Lamborghini, compartió el volante de su auto, un Huracán GT3 EVO2, número 19, con el británico Hugo Cook, el kuwaití Haytham Qarajouli, y el belga Baptiste Moulin, quienes lucharon de principio a fin para superar las fallas mecánicas y pasar con éxito la línea de meta.

En el inicio de la competencia, el Lamborghini Huracán se comportó muy bien; sin embargo, como es de esperarse en este tipo de carreras, con forme avanzaron las vueltas, el auto se fue degradando. La mejor posición que alcanzó Mateo fue el puesto 4 en la categoría Silver y 12 en la general.

Hasta ese momento todo se visualizaba muy bien, pero empezaron los problemas en la hora 4 de carrera, cuando un disco de frenos estalló. Luego sufrieron 2 pinchazos en la madruga de este domingo, después se rompió una flecha en la hora 20, y se presentó una falla del motor en la hora 22.

Las dos horas finales fueron de infarto, el camino estaba trazado, el objetivo era finalizar esta dura competencia, y fue así. El Grasser Racing Team cumplió la misión, y Llarena, quien recientemente se convirtió embajador a nivel mundial de Liqui Moly, sumó un éxito más a su extensa hoja de vida deportiva.