Alexander Kristoff, noruego de 27 años, ganador esta temporada de la Milán-San Remo y bronce olímpico en Londres 2012, levantó por fin los brazos en el Tour de Francia al imponerse al sprint en la 12ª etapa,Bourg en Bresse-Saint Étienne (186 km), la jornada precedente a los Alpes. El velocista del Katusha ya había sido segundo dos días. Pero sin Kittel, que se descolgó en los puertos, y Greipel, que se vio implicado en una caída a 4 km junto a Chavanel, no dejó pasar la oportunidad y estrenó su palmarés en una grande.
Quien continúa sin celebrar una victoria es Peter Sagan, que fue segundo por cuarta vez en este Tour, donde ya suma ocho puestos en el top-5. El eslovaco no reventó al equipo como en jornadas anteriores. Al Cannondale sólo se le vio asomar en cabeza a poco más de 4 kilómetros. El cambio de estrategia acercó al maillot verde a su objetivo, aunque no fue capaz de remontar al nórdico. Sagan es el más regular, pero le falla el remate.
La fuga de la jornada se consolidó en el km 12 con cinco corredores y con el permiso del pelotón: Langeveld, Rast, Clarke, Vachon y De la Cruz. El español acabó por los suelos a 94 km y arrastró a Langeveld, pero mientras que el holandés pudo reincorporarse a la ruta, el catalán del Netapp tuvo que retirarse con una fractura de clavícula. Precisamente Langeveld fue uno de los dos supervivientes de la aventura junto a Clarke, el rey de la Montaña en la Vuelta 2012. El australiano coronó en solitario el Grammond (4ª categoría, 9,8 km al 2.9%), la última cota del día, a 21 km de la meta. Por detrás se le unieron dos ciclistas del Europcar: el reincidente Gautier y Quemeneur. Clarke racaneó, a pesar de la insistencia de Gautier. Y su afán murió a cinco kilómetros de la llegada de Saint Étienne.
