Las selecciones de Estados Unidos y Guatemala llegan a su último partido de la fase de grupos de las eliminatorias de la Concacaf sin ningún tipo de presión porque un empate les sirve a ambas para conseguir el pase al hexagonal final.
Los triunfos logrados en la jornada del pasado viernes por los estadounidenses ante Antigua y Barbuda por 1-2 y los guatemaltecos frente a Jamaica por 2-1 les permitió a ambos equipos ponerse al frente de la clasificación del grupo A con 10 puntos cada uno, tres más que los ‘Reggae Boyz’ jamaicanos, que ocupan el tercer lugar con siete.
Norteamericanos y centroamericanos, que tienen también ocho goles a favor y cinco en contra, le sacan tres puntos a Jamaica y un empate les asegura el pase a los dos, sin importar lo que haga Jamaica ante Antigua y Barbuda. Si hay un perdedor, habría que esperar al resultado del partido entre combinados nacionales caribeños.
Lo importante para Guatemala, que dirige el paraguayo Ever Hugo Almeida, será asegurar el 0-0 y buscar en el contraataque el gol que les diese la tranquilidad, algo que puede conseguir con el veterano Carlos ‘el Pescadito’ Ruiz o la joven promesa Marco Pappa, exjugador del Fire de Chicago, que conoce a la perfección el fútbol estadounidense.
Mientras que el entrenador alemán Jürgen Klinsmann, responsable de la selección de Estados Unidos, que sigue sin convencer con su fútbol, volvió a tener la mala noticia de otra baja más que sufrió en su ya diezmada lista de jugadores, con la vuelta a Europa del centrocampista Jermaine Jones que, al acumular tarjetas, no podrá enfrentarse ante Guatemala.
La baja de Jones es la quinta que sufre la selección de Estados Unidos, que queda reducida a 19 jugadores, 16 de campo, más los tres porteros, ya que Klinsmann no ha querido llamar a otros jugadores para reemplazar las bajas.
Antes de la de Jones también se dieron las de Landon Donovan (lesión en la rodilla), Break Shea (tirón abdominal), Edgar Castillo (dolencia en un pie) y Fabian Johnson (gripe).
