El jugador del FC Barcelona Leo Messi ha asegurado que no hace falta motivación adicional alguna pese a haberlo ganado todo a nivel de clubes como blaugrana para luchar por este Mundial de Clubes en Japón, un campeonato que cree que es un «legado imborrable» para la historia de la entidad y en el que lucharán por tratar de cerrar un año «impresionante».
«Es una competición muy linda, una de mis favoritas. Por el valor que tiene pero también por lo que significa: haber ganado la ‘Champions’. Y te da la oportunidad de coronar un año de la mejor manera posible. Nuestra idea es poder levantar la copa y después disfrutar las navidades con el campeonato bajo el brazo», reconoció en una entrevista a ‘fifa.com’ recogida por Europa Press.
Además, señaló que tienen en mente la importancia de este torneo. «Sabemos lo que significa el Mundial de Clubes, para nosotros se trata de sumar un título más, esos campeonatos son legados imborrables para la historia del club. Es algo muy importante», reconoció.
De momento, Messi cree que, por los títulos logrados, este 2015 ya es «un año impresionante». «La vez que nos tocó ganarlo todo con Guardiola parecía irrepetible, realmente no sabíamos si algún día íbamos a poder repetirlo. Y aquí estamos. Ahora lo que nos queda es terminar el año de la mejor manera posible para que sea inolvidable», señaló.
Para ello deberán ganar, posiblemente, a River Plate en una hipotética final. «Pero también es algo que me motiva porque River es un equipo grande a nivel mundial, creo que si jugamos contra ellos va a ser un buen partido», comentó. «En mi carrera sólo me ha tocado una vez jugar contra un club argentino, y fue precisamente en esa final ante Estudiantes», rememoró sobre la final del Mundial de Clubes de 2009.
«Ha pasado mucho tiempo y soy testigo de su enorme crecimiento, tanto en lo futbolístico como en lo personal. Ya entonces era un grandísimo jugador y hoy en día lo es mucho más todavía, mucho más completo. La verdad es que es un gusto y un privilegio tenerlo de nuestro lado ahora», apuntó sobre Neymar, al que vencieron en la final del Mundial de 2011 cuando era jugador del Santos.
Desde entonces, el argentino cree que el Barça ha evolucionado. «Hemos cambiado un poco. Nos hemos vuelto más verticales. No hemos perdido la idea de tener la pelota, es nuestro sello y nuestra prioridad: controlar el juego y mantener la posesión lo más que podamos. Pero ahora le hemos añadido la idea de que en dos toques podemos estar en la otra portería. Antes era llegar con mayor elaboración», comparó.
