La estrella de Star Wars: The Force Awakens es el protagonista de la portada de la revista Rolling Stone donde comparte espacio con el perrito más adorable. Si no tenía ya suspirando a todo el mundo por sus papeles en Inside Llewyn Davis, X-Men: Apocolaypsey Star Wars, pues los tendrá ahora. Como destaca la revista, muchos bloggers han bautizado a Isaac como “el novio de internet”, a pesar de que él no lo sabía.
“Nunca me dio la impresión de que a internet le gustasen las relaciones monógamas”, le dijo a la revista, entre risas. “Es muy promiscua, la internet”
Por supuesto, su relación con la internet tocó un punto bajo cuando salió una foto suya vistiendo una camiseta de La rebelión de Atlas. No importó que se la puso cinco años antes de que internet lo descubriera. “Me gustó el diseño”, explicó. “Nunca creí que usar la camisa era lo mismo que estar de acuerdo con su visión política. ¡No soy un libertario!”.
Pero con su trabajo de primera lanzándolo al centro de las miradas, Isaac ha tenido que aprender a mantener los focos y el ruido lejos de él y de su vida privada. Todavía vive en un departamento de una habitación en Williamsburg, Brooklyn, y no tiene carro. “¿Sabes cuánto cuesta alquilar un garaje? ¡Casi lo mismo que pagar renta!”, dijo con sarcasmo.
A pesar de que quiere mantener su vida de forma terrenal, hay señales de que ha cedido a algunos de los gustos de la fama. Le compró casas a su madre y a su hermana, así como renovó completamente el susodicho departamento en Brooklyn. Pero más allá de eso, el quiere afirmarse como un tipo completamente normal. ¿Cómo se ve eso paraIsaac? Rockeando con sus amigos en un sitio no muy lejano a su departamento.
A pesar de su creciente fama, el actor mantiene su sinceridad como marca registrada. Algo que puede ganarle varios malestares. Tiempo atrás explicó que no se siente parte de la comunidad latina.
“Nunca me he considerado un actor étnico. No me siento cómodo diciendo que represento a los guatemaltecos. O a los latinos. O a los hombres latinos que miden 1,75″, confiesa el intérprete en una entrevista a la revista GQ.
A pesar de que en casa de Oscar -cuya familia se mudó a Estados Unidos cuando él tenía cinco meses- siempre se habló español, de puertas para fuera nunca se sintió diferente al resto de sus compañeros de instituto.
